Iglesia de San Antonio, sobre una loma. La tosca mole actual es del siglo XVIII, pero conserva una interesante portada románica de mediados del XII. Se abre en un cuerpo resaltado de sillería con cornisa ajedrezada y canecillos de animales y cabezas humanas. Tiene cuatro arquivoltas, baquetonadas las tres exteriores y plana la otra. Los capiteles son de temas vegetales y monstruos afrontados. En la enjuta derecha hay un relieve que puede ser de un obispo, enmarcado en una arquería de medio punto (un sarcófago?). El ábside, también románico, queda medio cubierto por una extraña espadaña adosada en escuadra al costado norte, solución bastante original, que rompe la tradicional costumbre de elevarla sobre el hastial. Esta iglesia la pasó por alto Gaya Nuño.
