OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

DEZA: "Dice la leyenda de que San Bernando amaba tanto a...

EL SANTO QUE TENÍA CELOS

Hay un retablo en la iglesia de Deza que merece ser contemplado con atención. Los entendidos dicen que parece ser que se pintara en el último tercio del siglo XVl en Fitero, Navarra, en donde hubo una abadía del císter, en lo que es hoy su parroquia, fundada por el abad San Raimundo creador de la Orden Militar de Calatrava. El estilo en que está pintado, se llama “Manierista”. El manierismo fue una reacción contra el racionalismo imperante en el Renacimiento y que a menudo desconcierta y aun llega a turbar. Debemos de tener en cuenta que se trata, por encima de todo, de un producto artificial. Yo lo defino como si pintasen a ojo de buen cubero; pero naturalmente con una técnica depurada. La Virgen del cuello largo, de Parmigianino, en el Palazzo Pitti de Florencia, en la muestra más soberbia de esta pintura. Nosotros no llegamos a tanto; pero ya podemos estar contentos, con lo nuestro. Ya es hora de que diga, que se trata del retablo de Santa Brígida, a cuyo nombre está advocado. Es un conjunto maravilloso. A los lados separadas por cabujones, vemos a Santa Ana y a la Virgen con amplios ropajes y al Niño Jesús “desnudito”. Todo está pintado con multitud de detalles. Lo mas bonito es el pájaro que sostiene la abuela con un hilo atado a la pata, que baja hasta la aguja de la madre, a través del hijo. Pero a m ¡, me llama la atención, la pintura del cabujón superior en el que San Bernando toma leche del pecho de la Virgen María. Dice la leyenda de que San Bernando amaba tanto a la Virgen que tenía celos del Niño y María se vio obligada a hacerlos hermanos de leche. Este cuadro se llama la Lactancia de San Bernardo. Encima, está el éxtasis de San Francisco, que padeció en vida las llagas del Crucificado y que está considerado como el hombre, que mas se acerca a Jesús, humanamente hablando, por su santidad y sus padecimientos. Allí escondido vemos también a fray León, a quién el santo llamaba fray ovejuela, que es testigo de la estigmatización de las llagas.
Yo quisiera, amigos que mi poesía os animara a seguir el retablo tal como os lo voy relatando. Descubriréis nuevas cosas muy interesantes, pasando un buen rato.
Un abrazo

"Dice la leyenda de que San Bernando amaba tanto a la Virgen que tenía celos del Niño y María se vio obligada a hacerlos hermanos de leche."

Gracias por esta perla que ha de encerrar tantas gracias...