Un cuento
Había una vez una niñita que con su caperuza roja iba y venía de aqui para alla. Un buen día su mama le dijo que necesitaba que llevase una cesta llena de comida, para la abuelita, que estaba en la casita del bosque y, no podía ir ella. La bonita niña de un pis- pas cogio la cestita de comida y, por este caminito se fue tan tranquila.
Cuando de repente le salió al camino un bonito lobo, que le pregunto a donde iba.
--voy a ver a mi abuelita.
--que buena idea, yo te acompañaré para que no te pierdas y de paso le cogemos una flores. Que seguro le gustarán. (dijo el lobo)
--fenomenal -le dijo la guapa niña-
Y en ese trajín andaban, cuando de golpe y porrazo se presentaron en la casita de la abuela y ni tan siquiera se habian enterado, de lo felices que iban con sus flores y sus cesta llena de comida.
La abuelita al verlos tan cansados decidio salir a buscarlos y al lado del río montarón una pequeña fiesta para degustar toda la comina que la mama tan gentilmente había preparado.
Pero de repente caperucita le pregunto al lobo, ¿por que tienes esas orejas tan grandes?
--Y el lobo le dijo: para oirte mejor.
-- ¿Por que tienes esos ojos tan grandes?
--Son para verte mejor, mi pequeña niña.
-- ¿Y esas boca tan grande?
--Esta boca es para poder degustar los ricos alimentos que tú mama, nos ha preparado.
(y la niñita se quedo tan contenta)
Cuando acabo la merienda, el lobo, les dío las gracias y se despidio de la feliz pareja y la abuela y caperucita roja entraron al calor de la glorieta, pues ya la tarde se presentaba fria.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Había una vez una niñita que con su caperuza roja iba y venía de aqui para alla. Un buen día su mama le dijo que necesitaba que llevase una cesta llena de comida, para la abuelita, que estaba en la casita del bosque y, no podía ir ella. La bonita niña de un pis- pas cogio la cestita de comida y, por este caminito se fue tan tranquila.
Cuando de repente le salió al camino un bonito lobo, que le pregunto a donde iba.
--voy a ver a mi abuelita.
--que buena idea, yo te acompañaré para que no te pierdas y de paso le cogemos una flores. Que seguro le gustarán. (dijo el lobo)
--fenomenal -le dijo la guapa niña-
Y en ese trajín andaban, cuando de golpe y porrazo se presentaron en la casita de la abuela y ni tan siquiera se habian enterado, de lo felices que iban con sus flores y sus cesta llena de comida.
La abuelita al verlos tan cansados decidio salir a buscarlos y al lado del río montarón una pequeña fiesta para degustar toda la comina que la mama tan gentilmente había preparado.
Pero de repente caperucita le pregunto al lobo, ¿por que tienes esas orejas tan grandes?
--Y el lobo le dijo: para oirte mejor.
-- ¿Por que tienes esos ojos tan grandes?
--Son para verte mejor, mi pequeña niña.
-- ¿Y esas boca tan grande?
--Esta boca es para poder degustar los ricos alimentos que tú mama, nos ha preparado.
(y la niñita se quedo tan contenta)
Cuando acabo la merienda, el lobo, les dío las gracias y se despidio de la feliz pareja y la abuela y caperucita roja entraron al calor de la glorieta, pues ya la tarde se presentaba fria.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
