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DEZA: Y todo lo anterior que es sensato, serio y razonable,...

Y todo lo anterior que es sensato, serio y razonable, parece que quieren caricaturizarlo quienes se hacen pasar por más firmes defensoras de la mujer –lo de la igualdad es un camelo que ya no se traga casi nadie-, entre ellas, y como principal protagonista, nuestra joven ministra del presunto Ministerio de Igualdad, Bibiana Aído, y su cohorte de mariachis feminazis, -eso sí con magníficos sueldos nada igualitarios y con un currículum que no les daría ni para cajeras del Carrefour- que cuando no se descuelgan puteando (sic) a Arturo Pérez-Reverte por algún artículo que nunca entendieron (quien no sabe interpretar un texto puede ser analfabeto aunque sepa leer y escribir), nos salen destripando el hermoso castellano con sus desgloses absurdos –miembros y miembras, aparte- y sus @rrobas, mientras demonizan usos y costumbres supuestamente machistas, sólo supuestamente, y arremeten contra todo lo arremetible que suene a masculino, con lo que consiguen, de rebote, el efecto reacción y perjudicar lo que supuestamente dicen defender: el reconocimiento, respeto e igualdad que se merece la mujer.
Ahora, para rizar el rizo, hasta los cuentos tradicionales infantiles van a recibir caña. Lo que parecería sensato es que, usando precisamente como soporte esos mismos cuentos tradicionales infantiles, se hiciese pedagogía de la buena, haciendo ver a las nuevas generaciones en los colegios e institutos cómo se movía y pensaba la sociedad de hace siglos o décadas, cómo se reservaba a la mujer unos roles, cómo la sumisión al varón era lo común, cómo aparecían los príncipes encantados y la princesas y las brujas y los enanos mineros y las cenicientas y las caperucitas que se querían ventilar los lobos por ser rojas, etc.
De seguir así, no es de extrañar que no tarden en arremeter contra Don Quijote, Sancho y la Dulcinea, o que nuestros paisanos yangüeses (Yanguas, al norte de Soria) pidan derechos a la SGAE o se querellen contra los herederos de Cervantes por el mal trato sufrido por sus ovejas.
Que pongan sus ropas a remojar la Celestina, por inducir al puterío, so pendón, y el Lazarillo, por pícaro y granuja, por mal ejemplo y del que tanto han aprendido políticos varios, concejales de urbanismo, gente del ladrillo y banqueros diversos.
Nos ha jodido mayo con la nevada, Bibi. (Mal hablados estos sorianos, cachis.)