El chascarrillo.
Por antonomasia, el chascariilo es el chascarrillo baturro, difundido como literatura íntima en los tacos de calendarios y envoltorios de caramelos, pero también en colecciones y en publicaciones de todo tipo. Su contenido se refiere siempre a un labriego de pocas luces, rústico, tozudo, ignorante, al que se pone en ridículo como sujeto de todo género de necedades; la suegra, la burra, los palos a la mujer suelen ser acompañantes de la zafiedad o como máximo, de la simplicidad del protagonista. Si los chascarrillos figuraron habitualmente en los cuentos de Calleja, de tamaño diminuto, aparecieron también en publicaciones «serias» como Blanco y Negro, por poner un ejemplo.
Un abrazo.
Por antonomasia, el chascariilo es el chascarrillo baturro, difundido como literatura íntima en los tacos de calendarios y envoltorios de caramelos, pero también en colecciones y en publicaciones de todo tipo. Su contenido se refiere siempre a un labriego de pocas luces, rústico, tozudo, ignorante, al que se pone en ridículo como sujeto de todo género de necedades; la suegra, la burra, los palos a la mujer suelen ser acompañantes de la zafiedad o como máximo, de la simplicidad del protagonista. Si los chascarrillos figuraron habitualmente en los cuentos de Calleja, de tamaño diminuto, aparecieron también en publicaciones «serias» como Blanco y Negro, por poner un ejemplo.
Un abrazo.