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DEZA: Según su relato, Benito se enamoró de una moza, hija...

Según su relato, Benito se enamoró de una moza, hija de un capitán de su Tabor- batallón de Infantería-, quien, enterado de los amores con su hija, quien correspondía a su amor, le llamó a su despacho y le advirtió que no volviera a verla, amenazándolo en caso contrario.
Benito hizo caso omiso a sus amenazas y continuó viéndose con la moza hasta que una mañana apareció en un cuarto de baño, semidesnudo y colgado del cuello con la cadena de la cisterna.
Su muerte oficialmente se consideró un suicidio y fue enterrado en tierra no cristiana en el cementerio de Melilla. Una semana más tarde, su familia en cetina recibió un telegrama comunicándole su óbito sin más explicación.
Los compañeros dijeron a la familia las circunstancias de su muerte, pero ellos defendieron siempre que el joven no se había suicidado, y con el tiempo, ex compañeros del militar, relataron en su lecho de muerte que Benito había sufrido una mortal paliza y que sin más investigaciones, fue enterrado. Los familiares, con escasos recursos y contactos, nada pudieron hacer, salvo llorar su muerte. No fue hasta 1977 cuando tuvieron conocimiento de que en Melilla se venera la memoria de un soldado, del que se dice que hace milagros y que sorpresivamente descubren que es su Benito.
Ese año varios hermanos se desplazan a la ciudad y consiguen que el cuerpo del joven sea cambiado de posición, en el cementerio cristiano, y es allí cuando descubren que tenía un brazo roto y un agujero en la cabeza, signos claros de haber recibido golpes. Además son testigos de la devoción de los melillenses y hay quienes les relatan varias intervenciones milagrosas.
No voy a hacer mención de aquellas mediaciones milagrosas que se atribuyen a Benito porque son largas de relatar.
En Melilla le adoran como a un santo, su tumba está siempre cubierta de flores frescas e, incluso, le han dedicado una calle, y en Cetina una inscripción en una plaza recuerda al “Soldado de los milagros”.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Interesante historia, como siempre, amigo Pefeval. Lástima no conocerla antes ya que este verano estuve unos días en Melilla.
Un saludo.