POR LAS COLINAS DE SORIA
Estas colinas de Soria
llenas de enebros enanos,
me vienen a la memoria
sus paisajes tan humanos.
Caracena en el silencio
como testigo del tiempo,
barrancos que son sin precio
las murallas de su templo.
Vistas sobre el horizonte
que te dejan sorprendido,
enebros que trazan monte
en algún lugar perdido.
Caracena de misterios
con su rollo de justicia,
que tuvo momentos serios
para quien hizo su picia.
Tierras llenas de leyendas
con un Castillo olvidado,
hocinos que dejan sendas
donde el hombre está cercado.
Los caminos del olvido
pudieron ser encantados,
Caracena sigue erguido
entre sueños marginados.
Años tristes y afligidos
en sus cotarros marcados,
pueblos que viven perdidos
en caminos dislocados.
En esta tierra soriana
llena de sendas guerreras,
suena el viento en la mañana
con historias altaneras.
Las pasiones de la tierra
son caminos transitados,
y a veces el hombre entierra
muchos momentos truncados.
G X Cantalapiedra.
Estas colinas de Soria
llenas de enebros enanos,
me vienen a la memoria
sus paisajes tan humanos.
Caracena en el silencio
como testigo del tiempo,
barrancos que son sin precio
las murallas de su templo.
Vistas sobre el horizonte
que te dejan sorprendido,
enebros que trazan monte
en algún lugar perdido.
Caracena de misterios
con su rollo de justicia,
que tuvo momentos serios
para quien hizo su picia.
Tierras llenas de leyendas
con un Castillo olvidado,
hocinos que dejan sendas
donde el hombre está cercado.
Los caminos del olvido
pudieron ser encantados,
Caracena sigue erguido
entre sueños marginados.
Años tristes y afligidos
en sus cotarros marcados,
pueblos que viven perdidos
en caminos dislocados.
En esta tierra soriana
llena de sendas guerreras,
suena el viento en la mañana
con historias altaneras.
Las pasiones de la tierra
son caminos transitados,
y a veces el hombre entierra
muchos momentos truncados.
G X Cantalapiedra.
