Como siempre, las palabras de alejandro me animan a seguir participando en esta página, pues tus reflexiones las entiendo como un empuje y aunque se que es dificil ser ocurrente lo intento, que ya es bastante.
Tuve, una relacion de amistad muy especial con un chico de blacos, es de nuestra edad, y hace varios años que no se nada de él, desde esta pagina, hago un llamamiento, por si alguien lo recuerda o tiene su telefono o direccion, lo ultimo que se supo de el, es que se extravió en el interior de la jungla madrileña, él que amaba el carrascal, se rumoreó que trabajaba en un tugurio, cuando tenia claustrofobia en los espacios cerrados, recuerdo aqquella tarde que conseguimos entrar a la cueva Maja y quedaste sin respiracion, apenas habia sitio para los dos. Siempre aparecias por mi calle cuando tenia que alejarme del pueblo para hacer un recado. Eras mi Quijote, pero tambien el sancho que cargaba con mi talego y mis angustias. Llego el tiempo en el que el pueblo tambien se te quedo estrecho, los chaparras, cerraban tu paso, y como tantos otros corriste hacia la ciudad y la aventura, poco a poco tu recuerdo se difumino, y tu imagen ya no se reflejaba en las aguas de nuestros rios, y es ahora, cuando vuelvo a sentarme con mis pensamientos y con este comodo folio en blanco, cuando mi alma evoca tu recuerdo, es como una vieja cicatriz, que nunca deja de doler.
Otro dia sera el siguente capitulo. Se me olvido poner que no recuerdo su nombre...
Tuve, una relacion de amistad muy especial con un chico de blacos, es de nuestra edad, y hace varios años que no se nada de él, desde esta pagina, hago un llamamiento, por si alguien lo recuerda o tiene su telefono o direccion, lo ultimo que se supo de el, es que se extravió en el interior de la jungla madrileña, él que amaba el carrascal, se rumoreó que trabajaba en un tugurio, cuando tenia claustrofobia en los espacios cerrados, recuerdo aqquella tarde que conseguimos entrar a la cueva Maja y quedaste sin respiracion, apenas habia sitio para los dos. Siempre aparecias por mi calle cuando tenia que alejarme del pueblo para hacer un recado. Eras mi Quijote, pero tambien el sancho que cargaba con mi talego y mis angustias. Llego el tiempo en el que el pueblo tambien se te quedo estrecho, los chaparras, cerraban tu paso, y como tantos otros corriste hacia la ciudad y la aventura, poco a poco tu recuerdo se difumino, y tu imagen ya no se reflejaba en las aguas de nuestros rios, y es ahora, cuando vuelvo a sentarme con mis pensamientos y con este comodo folio en blanco, cuando mi alma evoca tu recuerdo, es como una vieja cicatriz, que nunca deja de doler.
Otro dia sera el siguente capitulo. Se me olvido poner que no recuerdo su nombre...
