En el atardecer de agosto, los nubarrones, que cubrian gran parte del cielo, se abrieron dejando paso a un haz de luz solar que se filtraba entre ellas. Al fondo, en la dorada franja del horizonte resaltaban nítidamente los perfiles de diversas edificaciones de "Fuente de santa Cruz". Otro atardecer espectacular, otro más, en el verano.