Casa restaurada, SAN PEDRO DE GAILLOS

Cuando el niño se convertía en mozuelo, sobre los 16 años, debía “pagar la entrada” en la cuadrilla de mozos. El acto tenía lugar en la taberna, con una cántara de vino de por medio. Las fiestas de los quintos eran de las mejores del lugar, especialmente la del día en que se tallaba a los que habrían de marcharse al servicio militar. A lo largo del año organizaban muchas jaranas. Todos recuerdan las enramadas a las mozas y las carreteras de circunvalación nocturnas, en las que cada mozo lanzaba un...