Llevo años, con poca suerte, tratando de averiguar el verdadero origen de nuestro pueblo. Como el tiempo pasa y mi fin de mi vida se aproxima, no veo que pueda yo solo averiguarlo por lo que lanzo aquí una conjetura aventurada por si alguno, con mayores posibilidades, puede verificarla y corregirla en lo que pueda tener incorrecta.
Una primera noticia sobre, que recibí allá por los años 60, fue el hallazgo de varios esqueletos en las Casas de Porteros, y que según el Médico y el Practicante correspondían a personas decapitadas, ya que sus vértebras cervicales aparecían cortadas por el hacha de un verdugo. Años más tarde un amigo me informó de la conversación mantenida con Antolín, emigrado con sus hijos a Vitoria, quien había encontrado en una de las bibliotecas de aquella ciudad un libro en el que se contenían noticias históricas y geográficas de los pueblos de España. Sobre Porteros y Serradilla del Llano, decía, que hablaba de una revuelta en Porteros, a consecuencia de la cual algunos revoltosos habían sido ajusticiados, mientras otros habían abandonado Porteros, estableciéndose en las cercanías del Prahondo.
Sin más datos, por entonces, relacioné ambas noticias pensando que Porteros pudo haber sido algún “Señorío”, es decir, terreno propiedad de algún noble con derechos de “horca y cuchillo”. Como es sabido tal privilegio confería al “Señor”, el derecho, dentro de su propiedad, de hacer justicia por sí y ante sí, derecho que cesaba en cuanto se saliera de la propiedad, aunque el nuevo lugar estuviera muy cercano. Los huidos, pues, y asentados en el Prahondo, podían considerarse a salvo.
Pero esta hipótesis cayó por su peso cuando leí en la obra de nuestro paisano Marcial Hernández “Apuntes para la Historia de Serradilla del Llano”, que los Forenses de Córdoba fechaban dichas cabezas como de finales del siglo XIV; pongamos que en torno al año 1375. Por otra parte se afirma en dicho libro que Porteros era “Relengo”, es decir, que dependía directamente de los Reyes, como también lo era Ciudad Rodrigo y su Campa. ¡Mal podían, entonces, los fugitivos sentirse seguros fuera de Porteros!
Tratando de identificar el libro a que Antolín hacía referencia, puse un correo electrónico a la Biblioteca de la Diputación de Vitoria preguntando si sabían de una obra de su biblioteca muy solicitada por los emigrantes de toda España, interesados, como Antolín, por noticias sobre sus referidos pueblos. De la Biblioteca me remitieron a un cierto Organismo Oficial del Gobierno Vasco, al que formule igual consulta sin que se dignaran darme respuesta alguna
Aproveché, luego, la Web “Las Bibliotecas Responden”de Internet a la que remití la misma consulta con la amable contestación de un bibliotecario de Córdoba que ma incicó tres posibles obras de las bibliotecas alavesas que podrían contener los datos buscados. Hallé una de tales obras en la Biblioteca Central de Madrid, pero aunque contiene interesantes datos son todos geográficos y no los históricos buscados. De las otras dos obras sé de su existencia en otras ciudades, pero ninguna mi alcance.
Por ello puse la consulta en el foro de “pueblos-espana” de Vitoria esperando que alguien pudiera darme algún dato e, incluso, pedí a algún pariente mío residente en Vitoria que tratara de localizar el libro preguntando a los parientes de Antolín, pero hasta el presente sin resultado alguno.
El mismo aludido amigo que me informó de su conversación con Antolín creyó recordar más tarde que también se hablaba de un emperador. Esto volvió a darme pie para reformular mi antigua hipótesis, combinando otros datos. Es hipótesis muy, muy aventurada, lo reconozco, pero con alguna base.
El único verdadero emperador en España fue, como es bien sabido, Calos I de España, V de Alemania. A su llegada, acompañado de rapaces Cortesanos Flamencos, estalló la llamada Guerra de las Comunidades, en la que intervino por Salamanca Francisco Maldonado y sus cómplices. Al ser vencidos fueron ajusticiados los más destacados. ¿Pudo Porteros, que venía de tiempo atrás estando agitado por la acción usurpadora del noble Enrique Enríquez, adherirse a los comuneros a contrapelo de Ciudad Rodrigo, adherido al bando imperialista, sufrir tras la victoria realista alguna acción local de represalia? Por otra ¿eran los terrenos que hoy constituyen el término de Serradilla de Realengo o pertenecían a Monsagro que pertenecía, con jurisdicción exclusiva, al Obispo de Ciudad Rodrigo, como testifica el “Rollo” que preside la plaza de Monsagro? De ser esto así, los huidos de Porteros se hallarían fuera de peligro con el corto desplazamiento al Prahondo.
Por otro lado, Serradilla no tuvo pila propia, es decir, parroquia, hasta los años 1585, y ésta dependiente de Monsagro, donde se guardaban los libros parroquiales de nuestro pueblo. En ellos la primera partida de bautismo correspondiente a Serradilla es la de Isabel Acebal, bautizada en la “Parroquial de Serradilla del Llano” el 11 de Junio de 1585.
Vuelvo a decir que mi aventurada conjetura tiene pocos apoyos documentales, pero que un buen punto de partida para juzgar de su verisimilitud está en el contenido real de lo leído por Antolín. Por ello ofrezco a los nacidos o descendientes de Serradilla del Llano, residentes en Vitoria, especialmente a los jóvenes estudiantes, más avezados que sus padres y abuelos al uso de las bibliotecas, la oportunidad de averiguar el contenido real del texto buscado. Podrían comenzar por consultar en la Biblioteca de la Diputación Alavesas las dos obras a que he hecho alusión, y que son las siguientes:
1ª.- “Geografía general de España: diccionario de todos los pueblos". Depósito antiguo, Signatura DA/1018.
2ª.- "TAMARIT DE PLAZA, Rafael. Diccionario estadístico de todos los pueblos de España y sus islas adyacentes... Depósito antiguo Signatura DA/2064.
De no hallarse en ninguna de ellas el texto buscado no les sería difícil recabar de alguno de los bibliotecarios cual otra pudiera ser la buscada, si como se ha dicho, era tan solicitada por lectores de fuera de Vitoria.
Una primera noticia sobre, que recibí allá por los años 60, fue el hallazgo de varios esqueletos en las Casas de Porteros, y que según el Médico y el Practicante correspondían a personas decapitadas, ya que sus vértebras cervicales aparecían cortadas por el hacha de un verdugo. Años más tarde un amigo me informó de la conversación mantenida con Antolín, emigrado con sus hijos a Vitoria, quien había encontrado en una de las bibliotecas de aquella ciudad un libro en el que se contenían noticias históricas y geográficas de los pueblos de España. Sobre Porteros y Serradilla del Llano, decía, que hablaba de una revuelta en Porteros, a consecuencia de la cual algunos revoltosos habían sido ajusticiados, mientras otros habían abandonado Porteros, estableciéndose en las cercanías del Prahondo.
Sin más datos, por entonces, relacioné ambas noticias pensando que Porteros pudo haber sido algún “Señorío”, es decir, terreno propiedad de algún noble con derechos de “horca y cuchillo”. Como es sabido tal privilegio confería al “Señor”, el derecho, dentro de su propiedad, de hacer justicia por sí y ante sí, derecho que cesaba en cuanto se saliera de la propiedad, aunque el nuevo lugar estuviera muy cercano. Los huidos, pues, y asentados en el Prahondo, podían considerarse a salvo.
Pero esta hipótesis cayó por su peso cuando leí en la obra de nuestro paisano Marcial Hernández “Apuntes para la Historia de Serradilla del Llano”, que los Forenses de Córdoba fechaban dichas cabezas como de finales del siglo XIV; pongamos que en torno al año 1375. Por otra parte se afirma en dicho libro que Porteros era “Relengo”, es decir, que dependía directamente de los Reyes, como también lo era Ciudad Rodrigo y su Campa. ¡Mal podían, entonces, los fugitivos sentirse seguros fuera de Porteros!
Tratando de identificar el libro a que Antolín hacía referencia, puse un correo electrónico a la Biblioteca de la Diputación de Vitoria preguntando si sabían de una obra de su biblioteca muy solicitada por los emigrantes de toda España, interesados, como Antolín, por noticias sobre sus referidos pueblos. De la Biblioteca me remitieron a un cierto Organismo Oficial del Gobierno Vasco, al que formule igual consulta sin que se dignaran darme respuesta alguna
Aproveché, luego, la Web “Las Bibliotecas Responden”de Internet a la que remití la misma consulta con la amable contestación de un bibliotecario de Córdoba que ma incicó tres posibles obras de las bibliotecas alavesas que podrían contener los datos buscados. Hallé una de tales obras en la Biblioteca Central de Madrid, pero aunque contiene interesantes datos son todos geográficos y no los históricos buscados. De las otras dos obras sé de su existencia en otras ciudades, pero ninguna mi alcance.
Por ello puse la consulta en el foro de “pueblos-espana” de Vitoria esperando que alguien pudiera darme algún dato e, incluso, pedí a algún pariente mío residente en Vitoria que tratara de localizar el libro preguntando a los parientes de Antolín, pero hasta el presente sin resultado alguno.
El mismo aludido amigo que me informó de su conversación con Antolín creyó recordar más tarde que también se hablaba de un emperador. Esto volvió a darme pie para reformular mi antigua hipótesis, combinando otros datos. Es hipótesis muy, muy aventurada, lo reconozco, pero con alguna base.
El único verdadero emperador en España fue, como es bien sabido, Calos I de España, V de Alemania. A su llegada, acompañado de rapaces Cortesanos Flamencos, estalló la llamada Guerra de las Comunidades, en la que intervino por Salamanca Francisco Maldonado y sus cómplices. Al ser vencidos fueron ajusticiados los más destacados. ¿Pudo Porteros, que venía de tiempo atrás estando agitado por la acción usurpadora del noble Enrique Enríquez, adherirse a los comuneros a contrapelo de Ciudad Rodrigo, adherido al bando imperialista, sufrir tras la victoria realista alguna acción local de represalia? Por otra ¿eran los terrenos que hoy constituyen el término de Serradilla de Realengo o pertenecían a Monsagro que pertenecía, con jurisdicción exclusiva, al Obispo de Ciudad Rodrigo, como testifica el “Rollo” que preside la plaza de Monsagro? De ser esto así, los huidos de Porteros se hallarían fuera de peligro con el corto desplazamiento al Prahondo.
Por otro lado, Serradilla no tuvo pila propia, es decir, parroquia, hasta los años 1585, y ésta dependiente de Monsagro, donde se guardaban los libros parroquiales de nuestro pueblo. En ellos la primera partida de bautismo correspondiente a Serradilla es la de Isabel Acebal, bautizada en la “Parroquial de Serradilla del Llano” el 11 de Junio de 1585.
Vuelvo a decir que mi aventurada conjetura tiene pocos apoyos documentales, pero que un buen punto de partida para juzgar de su verisimilitud está en el contenido real de lo leído por Antolín. Por ello ofrezco a los nacidos o descendientes de Serradilla del Llano, residentes en Vitoria, especialmente a los jóvenes estudiantes, más avezados que sus padres y abuelos al uso de las bibliotecas, la oportunidad de averiguar el contenido real del texto buscado. Podrían comenzar por consultar en la Biblioteca de la Diputación Alavesas las dos obras a que he hecho alusión, y que son las siguientes:
1ª.- “Geografía general de España: diccionario de todos los pueblos". Depósito antiguo, Signatura DA/1018.
2ª.- "TAMARIT DE PLAZA, Rafael. Diccionario estadístico de todos los pueblos de España y sus islas adyacentes... Depósito antiguo Signatura DA/2064.
De no hallarse en ninguna de ellas el texto buscado no les sería difícil recabar de alguno de los bibliotecarios cual otra pudiera ser la buscada, si como se ha dicho, era tan solicitada por lectores de fuera de Vitoria.
