José Luis, SANTIZ

HOMENAJE PÓSTUMO A PEDRO Y JOSÉ LUIS MANGAS RODRÍGUEZ
La vida es un mosaico de luces y de sombras, cual si fuera el día y la noche. Nacemos para morir y cuando llega este terrible momento el corazón se nos desgarra y máxime si es la pérdida irreparable de un familiar.
Pedro nos dijo adiós el 14 de Enero del 2011, se hallaba delicado y la última vez que estuve comiendo con él fue en Agosto del 2008. Su fortaleza física no pudo superar su mal momento. Me habló con una tremenda lucidez y disfrutó de su sobrino nieto, con el que le saqué una foto. Me mostró su lado humano.
José Luis lo hizo al amanecer del día 6 de Febrero del 2011. Me hallaba de vacaciones y las luctuosas noticias me la trasladó su hijo, José Luis, con el que me une una estrecha relación.
José Luis, pese a tener su genio, tenía un gran corazón. Le perdía el momento. En el pueblo ha dejado un legado de bromista, que muchas personas, recordarán cuando se casaban. Las peripecias de la noche de bodas, el desayuno, previo “martirio” a los recién casados para que soltasen para el chocolate, mil avatares que vi siendo un adolescente.
Con mi aeroplano del pensamiento recorro el día que se casó y fue sometido al divino “castigo” que él y sus correligionarios, habían implantado. Mi prima pagó con el arado y los cestos, las bromas de los mozos. No hay peor moneda que la que se pone en circulación
Con mi primo tenía la vertiente de poder comentar los parentescos de los santiceños /as. Alguna leyenda o historia que deambuló por esa villa. O cuando me preguntaba algo sobre la historia de Santiz y le explicaba lo que había sacado de los distintos Archivos de Castilla. Cuando me cogía el teléfono, había un pacto, que se tenía que reír, contarme cosas y le daba bromas, sabiendo que su estado anímico no era el bueno. Contaba con la inestimable complicidad de su hija Mary Sol y su esposa Consuelo. Al menos, lo pasábamos bien y le daba la alegría de poder sonreír. Hablé por última vez con él sobre el 8 o 9 de Enero del 2011.
Una debilidad que siempre tuvo fue la música. Tal vez, esté formando parte del Coro de serafines y querubines que hay en el reino Celestial, aunque no le gustaba ser un asiduo a las misas, porque él me decía: “Si no le he hecho mal a nadie, no tengo que pedir perdón” El sacerdote le trata de convencer.
Me alegro que, antes de dejarnos, te entregaran una placa en tú Villa, rodeado de tus seres queridos, tus hijos, hijas, nietos, nietas. Al menos, os reunisteis y casi sin pensarlo, para despedirte de todos ellos.
Consuelo, su inseparable esposa, buena mujer, te mando un beso y mucho ánimo, tú eres de esas mujeres que se sacan de los textos Bíblicos: fuerte, con paciencia franciscana, llena de vida espiritual, que con resignación, aunque con dolor, sufres, lo sientes y padeces este momento. Prima, eres muy valiente y tus hijos son la mejor cobertura que tienes. No estás solas recibe un beso de esta tu familia, RODRÍGUEZ
Seguro, primo, que me estáis leyendo desde el Cielo, en esta página de Santiz, vuestro primo, en nombre de mi familia, os tiene presente en vuestras oraciones y a los más íntimos a vuestra entristecida familia, les damos ánimos y fuerzas para sobreponerse en esta difícil vicisitud. En la vida hay que tener dignidad para morir y entereza para sobreponerse de este fatídico desenlace. Aquellos que los han conocido, les ruego, les tengan presentes en sus oraciones. Descansen en paz.
VUESTRO PRIMO QUE NO OS OLVIDA JOSÉ A. RODRÍGUEZ PEÑA
(Agosto de 2007)
Te doy las gracias por tus, buenas palabras sobre mi padre, en nombre de esta familia MANGAS JUAN

UN CORDIAL SALUDO JOSE LUIS
HOMENAJE PÓSTUMO A PEDRO Y JOSÉ LUIS MANGAS RODRÍGUEZ
La vida es un mosaico de luces y de sombras, cual si fuera el día y la noche. Nacemos para morir y cuando llega este terrible momento el corazón se nos desgarra y máxime si es la pérdida irreparable de un familiar.
Pedro nos dijo adiós el 14 de Enero del 2011, se hallaba delicado y la última vez que estuve comiendo con él fue en Agosto del 2008. Su fortaleza física no pudo superar su mal momento. Me habló con una tremenda lucidez y disfrutó...