Santa María de la Sede, realizada en
piedra arenisca policromada, de 33x98,6x22 cm.
La imagen de Santa María presidió el
retablo mayor de la
Catedral Vieja. Originariginalmente se cobijó en un tabernáculo sito en el primer cuerpo de la
calle central.
La representación de la
Virgen, con un pronunciamiento quiebro a la altura de las caderas, sosteniendo al Niño en sus brazos y un libro abierto en la otra mano, sigue una tipología que, en última instancia, procede de modelos franceses. El elemento librario adquiere connotaciones relevantes al formar parte de la advocación titular de la
iglesia en la que se asienta físicamente la sede episcopal.