Desde los comienzos de la Universidad de Salamanca, la más antigua de España, cuando los estudios se hacían en la propia catedral, esta capilla servía como lugar donde se realizaban los exámenes finales.
El estudiante que iba a realizar su examen de doctorado debía pasar toda la noche encerrado en la capilla. Si el estudiante aprobaba el examen, salía por la puerta principal de la catedral donde le esperaban sus amigos y juntos hacían una fiesta. Si el grado obtenido era el de doctor sus compañeros...