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POVEDA DE LAS CINTAS: ¡USTE ME AGOTA SEÑOR EFE, USTED ME AGOTA!...

Está usted muy equivocado. La persona a la que se dirige no sólo no se arrepiente de lo que usted cree, sino que, además, le dice: la adulación y el servilismo llevados a límites como los que en esta página se pueden ver y leer, los cuales le son imputables, ponen de manifiesto lo que aquí no deseo señalar. Sus amenazas, por otra parte, ofreciéndose en plan matón para mayor gloria de su vanidad empuñando su desafiante "que salga a la calle, que me lo como", y así presentar un trofeo más ante el adulado, roza el más absoluto de los ridículos. No obstante, espero me diga a qué calle he de presentarme, y si hay que llevar padrinos, no vaya a ser que usted me degüelle sin pena ni gloria. Naturalmente, visto lo visto de hasta donde se ha llegado, usted no se va a ir de rositas. Al tiempo. El daño ya está hecho. Quien es causa de la causa, es causa del mal causado.

Señor EFE:
Lamento profundamente la publicación en este foro del mensaje aparecido el 17/11/2013 a las 17:26 donde supongo, que no afirmo, cuestiones que ni son ciertas ni siento, aunque le confieso abiertamente que viendo su reacción tengo mis reservas, y por ello le pido a usted disculpas.
Dicho mensaje no tenía otro objetivo que hacerle entender a usted lo equivocado de su proceder con sus mensajes, llamemosles "graciosos", ya que, señor EFE, por mucha empatía que se sienta, o por muy bien y detalladamente que se expliquen sus efectos, nunca se entiende el dolor de una bofetada hasta que no se recibe en propio rostro. Considerelo un mal necesario y tenga usted en cuenta por donde me paso sus amenazas sabiendo que lo hice por una buena causa.
Este gesto mio inspirado seguramente en la ancestral y universal costumbre, aceptada y llevada a la practica incluso en las sociedades mas primitivas, de consideración, deferencia y cortesía hacia las personas, gesto que nos hace a los humanos diferentes del resto de los animales, de ahí que me sorprenda que usted no lo conozca, lo llevo a la práctica a diario, por supuesto con usted también, y he hecho de este ejercicio mi estilo de vida.
A lo que usted denomina "la adulación y el servilismo"no es otra cosa que amistad, y esto, al contrario que lo anterior, no me sorprende que no lo conozca.
Por último permitame pedirle, esta vez por favor, y creeme que siento tener que decirlo, que no avergüence a la comunidad a la que dice pertenecer con sus escandalos de lunático, y lo que tenga que decirme me lo diga serena y educadamente, de otro modo, será el último mensaje que le dirija. Tiene usted mi correo electrónico, cada vez que se sienta tentado a dedicarme una impertinencia haga uso de él, y no haga sentir a los paisanos que frecuentan este foro vergüenza ajena, pero sobre todo, no se deje usted notar sus sentimientos por tratar yo a Antonio con la deferencia que a usted no le trato.

A la atención del señor que se identifica como "Yo no me llamo Gardel"

Me duele en el alma pero no tengo otra opción. Obviamente me refiero a su escrito hecho público a las 20,24 horas del día 26-11-2013, en el que, a la más elemental falta de respeto hacia mi persona, se une la carencia de escrúpulos de la suya. Sus osadías y sus afanes de protagonismo pueblerino tienen como resultado la serie de descalificaciones insultantes que pueden leerse en su panfleto y en otros anteriores que también son de su firma. Por tanto, también van a tener cumplida réplica. Sus acaramelados mensajes hacia desconocidos o al menos hasta aquí si lo eran, arrastrándose para ganarse no se sabe qué indulgencias, en la estúpida creencia de que con ello alcanzará notoriedad y privilegios de aspirante a botafumeiro, ponen de manifiesto hasta donde llega su carencia de escrúpulos y su espíritu de difamación buscando oscuros honores para mayor vanagloria de su ego, a costa de difamar los de otra persona hasta hacer añicos la amistad y el aprecio que ésta le tenía. Nunca en mi vida, y me encuentro ya en el último tercio de ella, me tocó ser objeto del oprobio al que me ha empujado aireándolo por ahí para mayor regodeo y escándalo público.

Usted si que ha llenado de basura la conducta de quien, a lo largo de su vida, ha demostrado sobradas pruebas de su sano juicio y de equilibrio mental ante los tribunales en que me ha tocado presentarme para ganarme el pan que me como. Y aún hoy, este "lunático" al que que usted, en su osadía, así lo califica, mira por dónde, en la actualidad preside por elección popular en la capital de la provincia donde resido, la máxima representación del Centro Intelectual y Recreativo que lleva el nombre de la misma con más de un siglo de existencia, integrado por más de doscientos socios, en su mayoría con formación de estudios superiores y medios. A mayor abundamiento, habiendo resultado reelegido democráticamente una vez más en marzo último para el presente cuatrienio, dada la constancia pública de su panfleto y las circunstancias de mi cargo, me veo en la necesidad de tener que hacer valer en juicio la conducta intachable del que suscribe y la de encontrarme en mi sano juicio, circunstancia ésta que llevaré hasta el final para exigir las responsabilidades de carácter penal y, en su caso, las de carácter económico que procedan. Pero aún le diré más, precisamente porque en el Ayuntamiento de mi pueblo consta que en dos ocasiones distintas se me ha obsequiado con sendas placas en donde se reconocen y premian los méritos contraídos por este povedano que suscribe, mediante sendos acuerdos en sesión plenaria, igualmente me encuentro en la obligación de demostrar que no lo han sido por casualidad. Conste que aún no he terminado.

Atentamente envío un cordial a todos los de mi pueblos, que son los que me importan.

¡USTE ME AGOTA SEÑOR EFE, USTED ME AGOTA!

Me agota obligandome a leer sus mensajes redactados en formato oficial y términos legales, indescifrables a veces, insultantes siempre. Tarea que usted se obstina en no facilitarme escribiendo lo que le dicte su corazón en vez de lo que recomienda el diccionario de Dudas, el de términos jurídicos del DRAE o la Wikipedia. ¿Hace falta tanto rollo para decirme que me van a sacar una multa?
Y me agota doblemente haciendome escribir cosas, y se que esta revelación a estas alturas del discurso le llevara sin remedio a decirse a sí mismo sorprendido, maravillada quizá: Pero..., pero este hombre..., ¡este hombre es un santo! Me obliga como digo, a escribirle cosas que me duele escribirle por el mucho aprecio que aún le tengo.
Soy una persona de cierta edad con sus recursos físicos considerablemente menguados por el trajinar diario, que reservaba sus fuerzas, ahora sé a ciencia cierta por la fatiga que usted me causa, que en ningún caso podré enfrentarme con gallardía y coraje a los ingleses, en caso de que empeore la situación en el peñón de Gibraltar.
Podría alargarme más y comentar o dar respuesta a sus necedades, pero ya me temo que los lectores de este foro interpreten que busco oscuros honores para mayor vanagloria de mi ego por el mero hecho de dirigirle a usted la palabra. Menos mal que estamos hechos de historia más que de carne y hueso y la gente sabe bien quien es quien.
Por último le ofrezco un consejo como gesto de buena voluntad y preludio de mi próximo mensaje que ha de ser por necesidad más reconciliador y quizá, quizá le ofrezca a usted la posibilidad de enterrar el asunto con un brindis por un feliz 2014, consejo, que sin duda le será de gran utilidad en la vida y le evitará futuros sufrimientos, a usted que es bastante pardillo, no tiene mundo y doy por descontado que ignora que sólo se aprende a vivir viviendo: No descalifiques ni te burles de los débiles, la vida es tan breve, que en sólo un instante cumpliremos también los 88 y entonces seremos nosotros los damnificados. ¿O no dicen que quien a hierro mata, a hierro muere?

Adrián Yenes Astudillo

P. D. Firmo el presente, me responsabilizo y reconozco como propios todos los mensajes aparecidos hasta esta fecha en el foro con los seudónimos de "Yo no me llamo Gardel" y "Soso" por si le faltan a usted pruebas para enjuiciarme penalmente, y para que sepa usted a ciencia cierta que soy yo, el firmante, quien le dice: si has perdido esta vez, te jo... y te aguantas, para cuando ganes. Por donde me paso sus amenazas, no hace falta recordarselo, ¿o si?