Y hablando de campanadas... una adivinanza:
Una señora tiene en la cocina un reloj que da una campanada para marcar las medias horas, y tantas como unidades tienen las enteras (una para la una, dos para las dos, tres para las tres etcétera). Un día, justo cuando abría la puerta de su casa escuchó una sola campanada, media hora después escuchó otra campanada, media hora después escuchó otra campanada, media hora después escuchó otra campanada. Y justo cuando saliendo de su casa cerraba la puerta escuchó otra campanada.
¿A qué hora llego y salio la mujer en su casa?
Otro, otro, que me ha gustao...
La señora que escuchó una campanada al cerrar la puerta cuando salia de su casa, salió para ir al mercado a vender una cesta de manzanas. Estando allí se le acercó un primer comprador y le dijo: le compro la mitad de las manzanas que tiene y media mas. Al oír esto se acercó un segundo comprador y le dijo: le compro la mitad de las manzanas que le quedan y media más. Estando en esto se acercó un tercer comprador y le dijo: le compro la mitad de las manzanas que le quedan y media más. Ya se disponía la señora a sacar la navaja para partir las manzanas, cuando el tercer comprador le dijo: No es necesaria la navaja, al menos que quiera pelar la que le sobra. No hace falta partir ninguna y le queda una para la señora del reloj. ¿Cuántas manzanas tenía en la cesta?
A ver quien lo sabe
Una señora tiene en la cocina un reloj que da una campanada para marcar las medias horas, y tantas como unidades tienen las enteras (una para la una, dos para las dos, tres para las tres etcétera). Un día, justo cuando abría la puerta de su casa escuchó una sola campanada, media hora después escuchó otra campanada, media hora después escuchó otra campanada, media hora después escuchó otra campanada. Y justo cuando saliendo de su casa cerraba la puerta escuchó otra campanada.
¿A qué hora llego y salio la mujer en su casa?
Otro, otro, que me ha gustao...
La señora que escuchó una campanada al cerrar la puerta cuando salia de su casa, salió para ir al mercado a vender una cesta de manzanas. Estando allí se le acercó un primer comprador y le dijo: le compro la mitad de las manzanas que tiene y media mas. Al oír esto se acercó un segundo comprador y le dijo: le compro la mitad de las manzanas que le quedan y media más. Estando en esto se acercó un tercer comprador y le dijo: le compro la mitad de las manzanas que le quedan y media más. Ya se disponía la señora a sacar la navaja para partir las manzanas, cuando el tercer comprador le dijo: No es necesaria la navaja, al menos que quiera pelar la que le sobra. No hace falta partir ninguna y le queda una para la señora del reloj. ¿Cuántas manzanas tenía en la cesta?
A ver quien lo sabe
