EL ARTE NATURAL: EL CUERPO, ESE TEXTO TAN ANTIGUO...
El cuerpo ha sido reconocido desde siempre, gracias a una antigua metáfora, como la representación analógica de la Naturaleza, es decir, el cuerpo como universo. Nuestro Tormes ha sido capaz de modelar al compás de los tiempos, imágenes como la que se expone.
Bien podríamos nosotros aquí, traer a colación, palabras como éstas:
®“ Ver los cuerpos, tal como nosotros los vemos, ese texto antiguo, el verbo sol y sus conjugaciones de color, preposiciones de luz y sombras... “ Paul Valery
O este otro ...
®“ Cuando todo calla, el cuerpo habla en silencio”... Norman O. Brown
La Naturaleza está ahí. ¡ Abre los ojos! . Deja rienda suelta a tu imaginación. Tal vez amigo “voyeurista”, si apartas las miradas eróticas de la playa, estas fotografías te consuelen y hasta te dejen de piedra; no mires hacia atrás, no te vaya a pasar lo que a la mujer de Lot. Y estas bañistas, seguro que permanecerán ahí después de la puesta del sol. En otoño y en invierno, quedarán ocultas, manoseadas por aguas limpias, que discurren un tanto agrestes en este tramo del río. En los meses invernales se cultivan, se retocan, para mostrarnos en verano sus formas turgentes, redondeadas e insinuantes. ¡ Disfrutemos de la Naturaleza! ¡ Disfrutemos del río!
DGH.
El cuerpo ha sido reconocido desde siempre, gracias a una antigua metáfora, como la representación analógica de la Naturaleza, es decir, el cuerpo como universo. Nuestro Tormes ha sido capaz de modelar al compás de los tiempos, imágenes como la que se expone.
Bien podríamos nosotros aquí, traer a colación, palabras como éstas:
®“ Ver los cuerpos, tal como nosotros los vemos, ese texto antiguo, el verbo sol y sus conjugaciones de color, preposiciones de luz y sombras... “ Paul Valery
O este otro ...
®“ Cuando todo calla, el cuerpo habla en silencio”... Norman O. Brown
La Naturaleza está ahí. ¡ Abre los ojos! . Deja rienda suelta a tu imaginación. Tal vez amigo “voyeurista”, si apartas las miradas eróticas de la playa, estas fotografías te consuelen y hasta te dejen de piedra; no mires hacia atrás, no te vaya a pasar lo que a la mujer de Lot. Y estas bañistas, seguro que permanecerán ahí después de la puesta del sol. En otoño y en invierno, quedarán ocultas, manoseadas por aguas limpias, que discurren un tanto agrestes en este tramo del río. En los meses invernales se cultivan, se retocan, para mostrarnos en verano sus formas turgentes, redondeadas e insinuantes. ¡ Disfrutemos de la Naturaleza! ¡ Disfrutemos del río!
DGH.
