LAS CASAS DEL CONDE

Habitantes: 55  Altitud: 720 m.  Gentilicio: Caseños/casacondeño, -a 
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Situación:

Las Casas del Conde es un municipio de la comarca de la Sierra de Francia-Quilamas, en la provincia de Salamanca, Castilla y León, España.

Entre bosques de castaños y robles. Se ubica a media ladera soleada a la rivera del río Francia.

Se encuentra a 76 Km de Salamanca, por la carretera comarcal C-512.

Las poblaciones cercanas para visitar son la Alberca a 12 Km, San Martín del Castañar, Miranda del Castañar y Mogarraz, pueblos declarados conjunto histórico artístico.
Las Casas del Conde consta de dos barrios: el Viejo y el Nuevo, entre los que cruza un arroyo y se encuentran comunicados por un puente. Tal y como queda reflejado en los archivos eclesiásticos, su primer nombre fue Las Casas del Sapo, pasando posteriormente a llamarse Villanueva de las Casas y definitivamente, Las Casas del Conde.

Ayuntamiento:

Ayuntamiento de Las Casas del Conde.
Alcalde Don Laureano Vega Iglesias (PSOE)
Con apenas 80 habitantes en 2008 (de los 600 que llegó a tener en 1940), tiene el encanto de la quietud del pueblo auténtico y el privilegio de un emplazamiento, colgado a media ladera sobre el encajado valle del río Francia, que le convierte en un espectacular mirador de la sierra.

Monumentos:

Ermita.

Iglesia.

Vía crucis y calvario.

Fiestas:

Actualmente se celebran los días 7,8 y 9 de Agosto.

Costumbres:

Es un pueblo hortofrutícola, dedicado a la recogida de la cereza, higos, aceitunas y uvas.
Ya hay muchos bancales abandonados, pero aún subsisten algunos cultivos con toda clase de frutales (olivo, cerezo, vid, naranjo…) que se aprovechan de las extraordinarias condiciones climáticas de esta ladera orientada al sol sobre la que se asientan.

Conserva las tradiciones agricolas ancestrales, utilizando burros en las labores, el pisado de la uva y el vareo de la aceituna.

El folklore se refleja en sus fiestas, donde las mujeres visten los trajes típicos.

En Semana Santa, se realiza el via crucis, cantando canciones antiguas y llegando hasta el calvario con los pasos a cuestas.
El hornazo es un pan pascual, que se come cuando termina la Semana Santa; su masa es la misma que la del pan común pero además lleva aceite, lo que le da un color amarillo a su miga, y azafrán, que intensifica este color ayudado por el pimentón del chorizo en la corteza; dentro, lleva un huevo, rodeado de capaúras (trozos, de un atado a otro de la cuerda) de chorizo, como si fuera una empanada; en ocasiones, se le añaden trozos de jamón y de lomo. Constituyen la merienda característica de las fiestas de Pascua.
Los dulces (nombre que reciben las pastas) se preparan para las fiestas patronales y las de mayor importancia. Los hay de muchos tipos; sus ingredientes más comunes son la harina, los huevos, la leche, la manteca de cerdo, el aceite, el azúcar, el anís en rama... Reciben nombres como los de mantecados, bizcochos, turruletes, perrunillas, floretas, puchas, sacatrapos, etc., nunca faltando en convites de bodas y bautizos.
El Limón Serrano se toma en el tiempo invernal, desde que entran los Carnavales hasta la Pascua; su ingredientes son naranjas, limones (uno por cada cuatro o cinco naranjas), huevos cocidos, capaúras de chorizo, unos dientes de ajo (muy pocos) y vino (o vinagre), aceite y sal. Se trocean en un recipiente adecuado las naranjas, los limones y las claras de huevo, sobre ella se añade las capaúras trozeadas y fritas (se puede añadir también escabeche) y se pica, menudito, el ajo; las yemas se deshacen en el aceite (de freir las capaúras) y vino, y se echa todo en el cuenco en el que se halla lo troceado.
Un plato que nunca ha faltado en los banquetes de boda, cuando las comidas se realizaban en casa de los padres del novio, ha sido el de las almondeguillas (albóndigas); incluso, tras la boda, para convidar a alguien que no hubiera sido invitado, se le llevaba a su casa un platito con algunas, para que las probara la familia. Están hechas con carne picada (se mezcla la carne con jamón y tocino) y envuelta con huevo batido, miga de pan, ajo, perejil y sal; se fríen y luego se cuecen. El cabrito siempre ha sido y sigue siendo un manjar de días de fiestas y celebración; uno de sus guisos es el llamado cabrito cuchifrito; para prepararlo, se trocea el cabrito; se fríen trozos de ajo en una sartén con aceite abundante, que luego se retiran y se reservan; luego se fríen los trozos del cabrito y se colocan en una fuente y, encima se les echan los ajos, con aceite caliente, y los sesos del propio cabrito, desleídos.

Historia:

Como la mayoría de los pueblos de la comarca Las Casas del Conde remonta su origen a la repoblación medieval de los siglos XI-XII, pasando pronto a formar parte de la jurisdicción del Conde de Miranda del Castañar, de donde deriva su nombre.
Como la mayoría de los pueblos de la comarca, Las Casas del Conde nace a la historia durante la repoblación cristiana, iniciada en tiempos de Alfonso VI de León (1065-1109) en manos de su yerno, el conde Raimundo de Borgoña. Como las guerras de los musulmanes continuaban amenazando la España cristiana, Alfonso IX intensifica la actividad repobladora y fortifica esta zona, que también es frontera con el Reino de Castilla. Tal y como se desprende de la procedencia de su nombre, pronto el municipio pasa a formar parte de la jurisdicción del Conde de Miranda del Castañar, con la dependencia económica que ello supone, debido al establecimiento de las rentas feudales, aplicadas a todos los bienes económicos y materiales de los vecinos. Un freno importante para el desarrollo del pueblo, hasta que en 1757, el Rey otorga el título de villa a Las Casas del Conde, adjudicándole gran parte del terreno de El Cabaco, Nava de Francia y El Casarito.
Algunos autores relatan que los de Las Casas del Conde, más agresivos por su condición de serranos, hirieron, acuchillaron y hasta dejaron gravísimamente mal parados a varios vecinos de El Cabaco. En 1763 se falló la causa a favor de los cabaqueños, quienes recuperaron sus montes comunales. Las actas completas de este pleito ocupan nada menos que 1720 páginas manuscritas en folio y la sentencia se contiene en otro tomo de 180 páginas.
Años antes, los vecinos de Las Casas también tuvieron serias disputas con Mogarraz, por la explotación de la dehesa de Santa Coloma. En 1672 hubo un muerto y varios heridos en una reyerta, lo que desencadenó una época de mayor entendimiento, y al año siguiente se firmaron las paces, pagando Mogarraz 14300 reales por la dehesa. Sin embargo, los pleitos continúan a lo largo de los años por problemas de aprovechamiento de árboles secos sin fruto, podas, costas, entresacas, etc, dando lugar a la sentencia de la Real Chancillería de Valladolid, ejecutoria del 28 de febrero de 1738, en referencia a los parajes del monte de Peñalvo, ya regulados en las ordenanzas del tercer conde de Miranda, y a los predios hacia San Blas y las inmediaciones del río Francia

Turismo:

Centro de turismo Rural "El Agoranzo". Casa rural "Mari Luz"Existen varias rutas de senderismo en Las Casas del Conde
RUTA San Martín del Castañar - Las Casas del Conde - Sequeros y regreso por el asentadero de curas.
La Alberca - Las Casas del Conde - Sequeros - San Martín del Castañar.
- La Alberca San Martín del Castañar - Las Casas del Conde - El muro - San Martín del Castañar.
• San Martín del Castañar - Mogarraz - Monforte - Las Casas del Conde - San Martín del Castañar.[8]
Sierra de Francia 2 (Mogarraz, Miranda del Castañar, Villanueva del Conde, Sequeros y San Martín del Castañar).[9]
Asentadero, bosque de los espejos (Sequeros, Las Casas del Conde y San Martín del Castañar