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ALDEASECA DE LA FRONTERA: AQUELLAS OTRAS PERSONAS....

AQUELLAS OTRAS PERSONAS.

- Ni que decir tiene, estimado EFE, que quien así siente por el pueblo de Aldeaseca y por su gente, como, efectivamente, he constatado en tus sabias, amenas e instruidas intervenciones, es, por lo que a mí respecta, persona estimada y apreciada, de igual modo, el trato de amistad del que me solicitas beneplácito, me dispensa halago y honor su tenencia.

- En toda sociedad o comunidad constituida, todos sus miembros son sumamente necesarios, fundamentales e imprescindibles en su funcionamiento, desarrollo, proyecto, orden y seguridad, basados y fundamentos en el cumplimiento individual y personal de sus funciones y actividades en utilidad y provecho de la colectividad, en comunión de intereses económicos, sociales, culturales, afectivos, etc. Por ello, ningún individuo en el correcto cumplimiento y deber de sus actividades, conductas, funciones y obligaciones, ha de ser mejor valorado o considerado, marginado o menoscabado, estableciendo categorías nobles, principales y aristocráticas, o marginales, discriminatorias y excluyentes, en detrimento del conjunto por intereses espurios. Si bien es cierto que la comunidad, en ocasiones, distingue y resalta valores, virtudes y comportamientos a elegidas personas, elevando su personalidad a la condición patrimonial o propiedad del pueblo en calidad de vecino emblemático.

- A algunos de estos vecinos, si bien como homenaje póstumo, se los ha recordado y reconocido en esta página por su altruismo, entrega y filantropía en el ejercicio de su función, rebasando, incluso, los límites de los terrenos de la obligación inherentes a su profesión, por sus proverbiales generosidad, humanidad, empatía y ética, por sus notorias colaboración y participación ciudadanas exentas de interés, por su contagiosa y exaltada jovialidad, llena de humor y de gracia desbordada, gentileza, afabilidad y cortesía en su conducta, comportamientos y expresiones, perdurando indelebles, por ello, en el recuerdo de aquellos lejanos y queridos tiempos.

- Este preámbulo me da pie a traer a la memoria, con agrado, otros momentos de aquella realidad influenciada por personas que, aunque menos afectas sentimentalmente, no por ello indiferentes a la feliz evocación que suscita su imagen en la construcción y formación de fantásticos, espléndidos, maravillosos y gloriosos momentos de la infancia, para más tarde, al correr implacable e imparable del tiempo, en animadas, familiares y amigables tertulias, narrarlos con la admiración, ansia y anhelo de los jóvenes, expectantes y curiosos contertulios, realizando, unidos y fundidos a su vez, un agradable y retrospectivo viaje, cabalgando a la grupo de la ilusión y de la fantasía forjadas y concebidas en una existencia infantil o en la frontera de la juventud. Intentaré describir a aquellas personas como protagonistas de sucesos, actos y situaciones pasadas, que aunque no nacidas ni avecindadas en el pueblo, se hicieron familiares por sus habituales visitas en marcadas y específicas fechas,-CASTAÑUELAS, REYES, SR. SIMÓN “EL SASTRE”, DON LUIS DE POZALDEZ, PORRENCHO, SR. AGUALIMPIA, LOS VENDEDORES DE CASTAÑAS Y PERAS, LOS CARBONEROS, ETC.- ofreciendo sus mercancías de temporada unos, servicios y actividades laborales otros y quién su humor, gracias, gracejos y habilidades y destrezas saltarinas y danzarinas, no faltando, - ¡desgraciadamente!-, quien sufrió vejaciones y humillaciones por bromas crueles que afectaron sus sentimientos físico y psíquico.

CASTAÑUELAS:- Desconozco si era su apellido, apelativo o apodo genealógico. Supongo que así sería porque conocí a otros miembros de su familia que, de este modo, eran denominados y que igualmente frecuentaban el pueblo. Con relativa frecuencia acudía al pueblo, con su carro tirado por una mula, -más tarde se motorizó con una vieja, destartalada y renqueante camioneta-, donde transportaba su mercancía de baratijas, loza fina y otros enseres caseros más ordinarios, --`pucheros, cazuelas, etc.--, que en la plaza del pueblo y a modo de mercadillo, tan de moda actualmente, extendía diligente y ordenadamente su género en el suelo, para luego, recorriendo las calles del pueblo, anunciaba su llegada, de esta guisa:

TODAS LAS SEÑORAS / QUE TENGAN TRAPOS VIEJOS / ALGARGATAS DE CÁÑAMO Y GOMA / QUE ACUDAN A LA PLAZA / SE LAS CAMBIARÁN POR LOZA FINA Y ORDINARIA.

- Enteradas e informadas de la nueva las señoras de la casa, acudían, unas para satisfacer su curiosidad y ociosidad, y otras, portando los productos susceptibles del trueque y así adquirir los utensilios caseros, objeto de sus necesidades. Se producía el consiguiente griterío, guirigay y confusión al tradicional y protocolario regateo del precio entre vendedor y comprador, para, definitivamente, convenir mutuamente en el precio.

SR. REYES:- Con nombre de ilusión, magia y esperanza, procedente de Santibáñez de Béjar, pueblecito perteneciente al partido judicial de Béjar, distante a 60 Kms. de Salamanca, 12 Kms, de Guijuelo y a 3 Kms. del río Tormes, venía REYES, -persona de espigada figura-, a lomos de su mula en épocas matanceras, con su cargamento de miel y pimentón, para que los vecinos, arreglo a sus necesidades, se aprovisionasen de dichos productos, uno para dulcificar paladares y otro para la compostura de los sabrosos, deliciosos y caseros embutidos. Solía hospedarse durante el tiempo que dedicaba a la venta, ya que recorría pueblos aledaños al nuestro, en casa del Sr. LUIS y la Sra. ROMANA. Quiero recordar que el marido de la Sra. LUCIA, que era el SR. JULIÁN, matrimonio que vivía por aquel entonces en la casa de la ”CARI” (q. e. p. d.), próxima a la carretera, era hermano de REYES.

Saludos.

¡PAZ Y BIEN!

Paco García Sánchez.- Desde Aldeaseca de la Frontera (Con bastante calor)