Mi más sentido pésame para Pedro y Rafa, para sus hijos, y para toda su familia. En mi infancia, siendo monagillo, acaecieron tres muertes muy seguidas en el pueblo, y asistí a aquellos tres entierros en primer plano. Me dejaron profundamente impactado. Ha sido ésta la primera imagen que ha invadido mi mente, tras abrir el foro y leer el mensaje de Paco, que reaviva en mi aquella vivencia, y que hace que hoy se reproduzca de nuevo.
Siempre os he tenido un gran aprecio, Pedro y Rafa, aunque hace mucho que no tengo la oportunidad de veros y compartir con vosotros palabras. Contigo, Pedro, me gustaba mucho hablar en mis primeros tiempos, cuando vivía en Aldeaseca.
Hoy, quiero aprovechar esta situación tan excepcional y drámática para estar a vuestro lado y el de toda vuestra familia, en este momento tan dificil y complejo de vuestras vidas. Si la muerte es siempre dura, la de un hijo es inexplicable, especialmente difícil de asumir para unos padres.
Y uno casi no sabe ni que decir ante ese escenario tan complejo, como queda plasmado en "El ser humano ante la muerte", uno de los capítulos de "Amigos, adiós a la soledad", un libro del psiquiatra Enrique Rojas, recién salido de imprenta, capítulo que acababa de leer tan sólo un momento antes de abrir este foro.
En él se dice que el abismo de la muerte está lleno de interrogantes. Es la hora de la verdad, donde todo se minimiza y el teatro de la vida y de la realidad cesa, se detiene, queda congelado. Tal es el carácter dramático de la vida humana, especialmente sorprendente cuando asistimos a la muerte de una persona relativamente joven: la gente no sabe qué decir.
En estos momentos postreros, cuando el telón de una vida baja definitivamente, quedamos dolorosamente invitados a reflexionar sobre la otra orilla...
Os reitero mi más sentido pésame. Descanse en paz, lo siento.
Con un cariñoso saludo desde Zaragoza, JE
Siempre os he tenido un gran aprecio, Pedro y Rafa, aunque hace mucho que no tengo la oportunidad de veros y compartir con vosotros palabras. Contigo, Pedro, me gustaba mucho hablar en mis primeros tiempos, cuando vivía en Aldeaseca.
Hoy, quiero aprovechar esta situación tan excepcional y drámática para estar a vuestro lado y el de toda vuestra familia, en este momento tan dificil y complejo de vuestras vidas. Si la muerte es siempre dura, la de un hijo es inexplicable, especialmente difícil de asumir para unos padres.
Y uno casi no sabe ni que decir ante ese escenario tan complejo, como queda plasmado en "El ser humano ante la muerte", uno de los capítulos de "Amigos, adiós a la soledad", un libro del psiquiatra Enrique Rojas, recién salido de imprenta, capítulo que acababa de leer tan sólo un momento antes de abrir este foro.
En él se dice que el abismo de la muerte está lleno de interrogantes. Es la hora de la verdad, donde todo se minimiza y el teatro de la vida y de la realidad cesa, se detiene, queda congelado. Tal es el carácter dramático de la vida humana, especialmente sorprendente cuando asistimos a la muerte de una persona relativamente joven: la gente no sabe qué decir.
En estos momentos postreros, cuando el telón de una vida baja definitivamente, quedamos dolorosamente invitados a reflexionar sobre la otra orilla...
Os reitero mi más sentido pésame. Descanse en paz, lo siento.
Con un cariñoso saludo desde Zaragoza, JE
