Hoy he pasado por valcovero y es un pueblo muy bonito. De abandonado no tiene nada.Las casas vastante arregladas y las calles asfaltadas, eso si , para llegar hasta el pueblo la carretera o mejor dicho el camino , pues esta de aquella manera.Y de buelta vaje por el brezo , que es todo muy bonito y que tengamos suerte y se conserve asi de bonito todas las vistas que tiene. s...
La cumbre de Peña Cueto enmarcada por los pinares de repoblación.
La gente ha vuelto a vivir a este pueblo abandonado a finales del siglo pasado, tres vecinos permanentemente le habitan.
En verano regresan muchos más, dando un ambiente de vida saludable y recuperando las costumbres ancestrales. Las tertulias en la calle de los viejos tiempos.
En verano regresan muchos más, dando un ambiente de vida saludable y recuperando las costumbres ancestrales. Las tertulias en la calle de los viejos tiempos.
Aun cuando el bosque se conoce como "Pinar de Velilla" compuesto por "Pinus sylvestris" autóctonos, únicos en la provincia de Palencia y en Castilla y León, este ejemplar se halla ya en el témino de Valcobero.
"la Benina", mucho más original en cuanto al techo (auténtica paja de centeno, no las reparaciones actuales con "escobas") y conservación, en una fotografía que tiene ya unos veinte años de antigüedad, (de los 80 del siglo pasado).
"La Benina", la única casa de la provincia de Palencia que aún conserva su tejado de "colmos", -paja de centeno-.
Está cada vez más deteriorada y merecía la pena un esfuerzo para conservarla, como algo muy común en la Montaña Palentina hasta principios del siglo XX.
Hay ya algunas diferencias, con fotografías de hace veinte años.
Está cada vez más deteriorada y merecía la pena un esfuerzo para conservarla, como algo muy común en la Montaña Palentina hasta principios del siglo XX.
Hay ya algunas diferencias, con fotografías de hace veinte años.
Hace unos día me comentaba un amigo lo bien que está el pueblo de Valcobero, con sus casas y calles. Pero le llamó la atención el abandono de la iglesia. Es una pena, al margen de las creencias de cada uno, de que estos edificios antiguos con tanta historia y también con mucho arte (recuerdo la maravillosa pila bautismal), quede abandonado a su propia suerte, cuando se puede decir que son de todos.