Retablo de la Santa Cruz. Retablo de madera sin labrar cuya traza la hizo Bernabé López y la ejecuto José Parrado por 2.665 reales. Su parte central está ocupada por una Cruz de madera chapada en Nacar con distintas escenas de la Sagrada Escritura y otras ligadas a la iconografía franciscana, como San Antonio. La cruz fue mandada hacer en Jerusalén por Juan Mena y traída a Meneses, junto con otras dos de menor espectacularidad, en 1770. En los laterales se encuentras la imagen de San Pedro con las llaves, y San Pablo con la espada
Las cruces fueron traídas desde Madrid por el arriero, vecino de Meneses, Manuel Alonso por lo que se le da 12 reales.
Este retablo esta ligado a la capellanía de Mena, la cual fue fundada por Juan de Mena, hijo de Juan Antonio de Mena y Melchora Díez Astorga, natural de Meneses y vecino de Madrid, las escrituras fundacionales están redactadas en Madrid el 27 de septiembre de 1787.
En las escrituras fundacionales se estipula: El nombre de Mena que será el que llevará la capellanía. Que la capellanía estará situada en el altar de la Cruz de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Tovar de Meneses de Campos. Que la regentarán pariente del fundador ordenados de sacerdotes, y de no ser posible se escogerá a un hijo legítimo de legítimo matrimonio del vecino más pobres y honrado de Meneses. El capellán sea o no de la familia después de su primer apellido debe utilizar el de Mena.
El cargo de capellán era incompatible con cualquier otro cargo eclesiástico.
La capellanía tiene por finalidad favorecer espiritualmente a sus parientes y a los vecinos de la villa de Meneses y aliviar las animas de sus padres abuelos y demás ascendientes que tengan necesidad de ello.
Las obligaciones del capellán son rezar 150 misas al año, después de cada misa se debe rezar un responso sobre la sepultura de sus padres, las misas están distribuidas proporcionalmente a lo largo de los meses. Los días que quedan libres el capellán puede celebrar otras misas.
Como primer capellán nombra a Juan García Mena, natural de Meneses y estudiante en el seminario de San José de Palencia, era hijo de Juan Antonio García Calvo y Narcisa de Mena, hermana del fundador, como sucesores nombra a Félix Alonso Mena y Juan Alonso Mena, ambos hijos de Baltasar Alonso y Marcela Mena, hermana del fundador, y estudiantes en el seminario de San José de Palencia
Las cruces fueron traídas desde Madrid por el arriero, vecino de Meneses, Manuel Alonso por lo que se le da 12 reales.
Este retablo esta ligado a la capellanía de Mena, la cual fue fundada por Juan de Mena, hijo de Juan Antonio de Mena y Melchora Díez Astorga, natural de Meneses y vecino de Madrid, las escrituras fundacionales están redactadas en Madrid el 27 de septiembre de 1787.
En las escrituras fundacionales se estipula: El nombre de Mena que será el que llevará la capellanía. Que la capellanía estará situada en el altar de la Cruz de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Tovar de Meneses de Campos. Que la regentarán pariente del fundador ordenados de sacerdotes, y de no ser posible se escogerá a un hijo legítimo de legítimo matrimonio del vecino más pobres y honrado de Meneses. El capellán sea o no de la familia después de su primer apellido debe utilizar el de Mena.
El cargo de capellán era incompatible con cualquier otro cargo eclesiástico.
La capellanía tiene por finalidad favorecer espiritualmente a sus parientes y a los vecinos de la villa de Meneses y aliviar las animas de sus padres abuelos y demás ascendientes que tengan necesidad de ello.
Las obligaciones del capellán son rezar 150 misas al año, después de cada misa se debe rezar un responso sobre la sepultura de sus padres, las misas están distribuidas proporcionalmente a lo largo de los meses. Los días que quedan libres el capellán puede celebrar otras misas.
Como primer capellán nombra a Juan García Mena, natural de Meneses y estudiante en el seminario de San José de Palencia, era hijo de Juan Antonio García Calvo y Narcisa de Mena, hermana del fundador, como sucesores nombra a Félix Alonso Mena y Juan Alonso Mena, ambos hijos de Baltasar Alonso y Marcela Mena, hermana del fundador, y estudiantes en el seminario de San José de Palencia
