Los cuadros: Las tentaciones de San Antón, donde aparece el Santo como asustado ante un par de demonios que se abalanzan sobre él, al fondo aparece un paisaje. La misa de San Gregorio, donde aparece San Gregorio entre dos acólitos en el momento de la consagración elevando la Sagrada forma en el momento en que sobre el altar se le aparece Cristo resucitado con la cruz, al fondo de abre una ventana con un paisaje, con lo cual crea profundidad en el cuadro.
En estos cuadros con un estilo que prolonga muchos aspectos de la pintura gótica, aunque ya introduce elementos de la pintura del alto renacimiento, realojados en el retablo de la peregrina, nos encontramos con algunas de las características de la pintura de Antonio Vázquez:
La posición de tres cuartos, no son cuerpos cortados.
Tipos fuertes y de macizo modelado, con caras gruesas.
Grandes orejas en los personajes, las cuales hace destacar de forma intencionada.
En las figuras masculinas presentan un mentón prolongado dibujando un triángulo para lo cual emplea alargas barbas. La frente aparece siempre despejada. Gruesos labios, mirada dulce y ensimismada.
Empleo de arcaísmo como los brocados de oro, la aparición en los fondos de paisajes de edificios góticos, la presencia de donantes junto al personaje principal.
Los vestidos empleados son amplios y holgados lo que ayuda a dar la impresión de monumentalidad a las figuras.
Emplea colores limpios y preferentemente fríos.
Los nimbos son de finos y con numerosos rayos dorados.
En los paisajes emplea siempre rocas y valles, llanuras con pequeños bosques y edificios góticos. Suele ser al exterior un paisaje aflamencado, los cielos suelen ir con abundantes nubes.
En estos cuadros con un estilo que prolonga muchos aspectos de la pintura gótica, aunque ya introduce elementos de la pintura del alto renacimiento, realojados en el retablo de la peregrina, nos encontramos con algunas de las características de la pintura de Antonio Vázquez:
La posición de tres cuartos, no son cuerpos cortados.
Tipos fuertes y de macizo modelado, con caras gruesas.
Grandes orejas en los personajes, las cuales hace destacar de forma intencionada.
En las figuras masculinas presentan un mentón prolongado dibujando un triángulo para lo cual emplea alargas barbas. La frente aparece siempre despejada. Gruesos labios, mirada dulce y ensimismada.
Empleo de arcaísmo como los brocados de oro, la aparición en los fondos de paisajes de edificios góticos, la presencia de donantes junto al personaje principal.
Los vestidos empleados son amplios y holgados lo que ayuda a dar la impresión de monumentalidad a las figuras.
Emplea colores limpios y preferentemente fríos.
Los nimbos son de finos y con numerosos rayos dorados.
En los paisajes emplea siempre rocas y valles, llanuras con pequeños bosques y edificios góticos. Suele ser al exterior un paisaje aflamencado, los cielos suelen ir con abundantes nubes.
