Nuestras vidas son los ríos,
Que van a dar a la mar,
Que es el morir. ¡Gran cantar!
Entre los poetas míos
Tiene Manrique un altar.
Dulce goce de vivir:
Mala ciencia del pasar,
Ciego huir a la mar.
Tras el pavor del morir
Está el placer de llegar.
¡Gran placer!
Mas ¿y el horror de volver?
¡Gran pesar!
Antonio Machado. Esta es la cruz que preside el cementerio. Se la puede ver desde la puerta enrrejada. Ella es testigo de muchas visitas a este lugar, entre el dolor y la esperanza, en esta vida y en la otra.