OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

CASTROMOCHO: Cada día que estoy en Castromocho, lo primero que hago...

Cada día que estoy en Castromocho, lo primero que hago al levantarme es asomarme a la ventana de mi habitación desde la que veo este gran campanario. Supongo que como muchos diran al saber mi edad, que no dire aqui, que soy de la nueva generación, es más soy un poco mestiza: familia paterna de CASTROMOCHO, familia materna, un poco de todo, por eso por ser de esa nueva generación, no he oído nunca sonar esas gigantesacas campanas que a menudo comento con mi madre lo que debio costar subir hasta ahí arriba. Mi abuelo paterno me conto una cosa de niña, antes de morir me hablo de la fortaleza, de lo que se oculta bajo la iglesia y del tunel subterraneo. Por aquel entonces tenía 6 años y hoy dos decadas despues no lo he olvidado. De hecho me gusta pasear por cada rincon de este pequeño pueblo perdido para los que no lo conocen en los mapas y tomar instantaneas de cada rincón, imaginar cuanta gente habrá pisado los peldaños de acceso a Esteban o habrá bailado ante la patrona, la Reina de los Angeles. Tambien escribo lo que pienso e imagino de esas calles frias en invierno pero que en verano son un buen refugio del sol que curte las espaldas de los que trabajan en el campo y de las mujeres que sentadas a la puerta de su casa ven pasar el tiempo y ven como los jovenes se van. Un consejo, las raices son eso, raices, pero si no se riegan, la planta acaba por marchitarse y perder el rumbo. De modo, que para ir terminando y no hacer demasiado extenso mi pequeño parlamente sepan que con tan solo pensar una vez al mes en Castromocho, llamar más a menudo al pariente o amigo que vive allí o incluso coger el coche y acercarse hasta all´un fin de semana, el arbol que es Castromocho, se sustentará de su sabia joven y mirara al futuro con optimismo y una meta, no dejar morir lo que tanto trabajo costo construir.