TURIENZO CASTAÑERO

Habitantes: 200  Altitud: 860 m.  Gentilicio: Turienzanos 
Hoy amanece en TURIENZO CASTAÑERO a las 07:41 y anochece a las 21:09
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Situación:

Situado en el repié septentrional de los Montes de León y coronado por El Redondal, en la comarca del Bierzo (León)

Ayuntamiento:

Es uno de los siete pueblos que pertenecen al Municipio de Castropodame.

Monumentos:

El pueblo en si, tiene un encanto especial. Interesante el antiguo molino que abastecía de luz eléctrica al pueblo. La iglesia, aunque su construcción finalizó en el año 1851, según una piedra conmemorativa incrustada en la torre del campanario, es muy probable que esa sea la fecha en que se amplió y rehabilitó para convertirse en iglesia titular ya que anteriormente podría haber sido una ermita dedicada a San Pelayo. Es posible que en dicha ampliación y reforma se emplearan las piedras de las ruinas de la anterior ermita de San Sebastiano ubicada en la inmediaciones de Las Torcas y que según algunas crónicas de antaño habría sido iglesia titular en la que se veneraba a los Santos Mártires San Sebastian y San Fabian. Los restos de otra ermita la de San Antolín, datada del siglo XV al XVIII, ubicada en el paraje de San Antolino, en las inmediaciones del camino de Castropodame, también se habrían utilizado para la restauración de la iglesia de San Pelayo.
Otro punto de interés mencionado son Las Torcas, explotación aurífera de la época romana, situadas en la parte izquierda de la zona alta del pueblo y que a pesar de que el terreno está cubierto de matorral y monte, se pueden distinguir perfectamente los barrancos de barro, el cauce del agua y el lugar donde se embalsaba el agua para posteriormente extraer el preciado mineral. La zona alta de Las Torcas es el castro del Rechano, lugar en el que con toda probabilidad se asentó un primitivo Turgentium en épocas muy remotas relacionadas con la cultura castreña. Otra explotación similar a esta se encontraba cerca de San Antolino, denominadas Las Torcas del Conforco.

Subiendo hacia el monte "El Redondal" y haciendo una parada en el sendero que lleva hacia la Fuente de la Risa, se encuentra el Campo sagrado del Asno, hermoso y frondoso valle en el cual los "monumentos" son del neolítico con alguna sorpresa que otra...

Fiestas:

La fiesta por excelencia de Turienzo es San Pelayo, patrón del pueblo que además da nombre a la parroquia y cuyo Santo está representado en su hermoso Pendón. Aunque San Pelayo es el 26 de Junio, aquí en Turienzo se celebra en Agosto desde hace varias décadas, hacia el penúltimo fin de semana. San Pelayo comienza el Viernes con el Pregón y Chupinazo en la plaza del Club de donde parte una numerosa Ronda de Bodegas, en la cual se pasea a la "Vaca Pelaya" (mascota de las fiestas) en su carro engalanado. En esta ronda participa una gran cantidad de gente venida de diferentes puntos del Bierzo.
Al finalizar la Ronda de Bodegas, comienza la noche de los Jóvenes, con una gran fiesta-disco que se alarga hasta altas horas de la madrugada.
El Sábado y Domingo, las alboradas, las misas y procesiones, los bailes y verbenas, además de otras actividades de entretenimiento, son los protagonistas. El Lunes se celebra el "Día de los casados"
también con Misa y procesión donde al finalizar la misma se ofrece a los asistentes "La Parva del Sr. Cura" (por gentileza del Sr. Cura) en la plaza de la iglesia. Los más mayores bailan unas Jotas y Danzas al son del tamborilero. Por la tarde los juegos y concursos infantiles, ponen la nota de diversión al último día de fiesta. Al término de los mismos se reparte un chocolate con churros. Finalizamos San Pelayo con un Baile de Orquesta o un grupo musical, poniendo el broche final a las 12 de la noche con una Queimada Fin de Fiesta en el polideportivo.

Santo Tirso, se celebra en Invierno, el último fin de semana de Enero, el Viernes no hay Ronda de bodegas, pero si se celebra un baile en el Club, donde se reparten Sopas de ajo. El Sábado y Domingo también hay Misa y procesión, y por la tarde y noche, bailes y verbenas. El Lunes después de la Misa también se toma la "Parva del Sr. Cura y se baila la Jota en la plaza de la Iglesia. Por la tarde se reparte en el Club chocolate con churros y si se tercia se echan unos bailes al son del tamboril poniendo el punto y final.

El FESTIVAL DEL BOTILLO Y CARNAVAL, se suele celebrar en Febrero coincidiendo con el Sábado de Carnaval, por eso la fecha puede variar.
Esta fiesta que organiza La Asociación cultural "Club Popular" cuenta con una gran trayectoria, se viene celebrando nada menos que desde 1985, desde que se fundó la Asociación Cultural. Siendo el segundo más importante del Bierzo, por antigüedad, siguiendo al de Bembibre. Es una de las Fiestas más numerosas e importantes de Turienzo y atrae a un gran número se personas.

Costumbres:

En Turienzo hay una pequeña GRAN asociación: "CLUB POPULAR" El origen de esta asociación se remonta al año 1984, tras una charla entre amigos. Querían tener una local donde reunirse, disfrutar de la compañía de todos los vecinos y organizar actividades y fiestas para el pueblo. Esta organización unió al pueblo y a la vez, Turienzo Castañero, se abrió a la constante visita de gente forastera que visitaba Turienzo para disfrutar de la buena armonía del pueblo y el maravilloso paisaje que lo envuelve.

Con los años ha crecido, y es impresionante la cantidad de fiestas y actividades que se organizan: La fiesta del botillo, el carnaval, el magosto, Noche de fin de año, el día del Veraneante, Día del Socio, Día de la convivencia, los actos de la Semana Santa, Tarde y noche de Reyes, La Mariscada Popular, La cena del Jabalí, El Filandón, etc...; En fin, una gran cantidad de festejos y otras actividades lúdicas y culturales que dan vida al pueblo. Visítenos, merece realmente la pena.
El Filandón... es una de las más atractivas, recordando las antiguas veladas que se vivían en estos parajes y que nos hacen retroceder al pasado.

Historia:

No exageramos si decimos que los primeros asentamientos de Turienzo se remontan a épocas romanas o incluso prerromanas del periodo de los pueblos astures y de la cultura castreña. A través de diferentes documentos, estudios y otras fuentes de información que han llegado a nosotros de la mano del historiador bembibrense Manuel Olano, sabemos que "Turienzo" posiblemente deriva del latín "Turgentium" que significa hinchazón, punto elevado o abultado. Imaginamos que con el paso de los siglos del latín pasó a castellano antiguo y así sucesivamente a su nombre actual de la siguiente forma:
Tur-gen-tium - latín vulgar (por pronunciación desaparece la "m" del final y la "u" deriva en "o")
Tur-gen-tio - derivación del latín medieval (la "g" se deriva en "j" y la "t" en "z")
Tur-jen-zio - declinación de la lengua (la "j" deriva en "i" y desaparece la última "i").
Tur-ien-zo - dando lugar a Turienzo, su nombre actual.

Una prueba geográfica de su antigüedad es el lugar denominado "LAS TORCAS" y "EL CASTRO DEL RECHANO", en Las Torcas los romanos ya extraían el oro y en el castro, posiblemente tuvo lugar el primer asentamiento que dio lugar a "Turgentium"
A lo largo de los siglos posteriores, aproximadamente hacia el siglo III - IV, se dejaron de explotar las minas de oro por los romanos, probablemente debido ya a la decadencia del imperio y estos se fueron dejándonos muchos de sus vestigios.
Las costumbres se fueron cristianizando, pues Roma ya había abrazado al cristianismo y la cristianización iba tomando las riendas de los diferentes lugares de la zona, conviviendo durante algún tiempo aún con el culto a los Dioses paganos. Ya en la alta edad media, a partir del siglo VII, es cuando aparecen los primeros ermitaños y cenobitas en los montes del Bierzo. Uno de ellos fue San Fructuoso, se conoce su vida por San Valerio (uno de sus discípulos), este ermitaño se estableció en el valle de Compludo, viviendo en una cueva y haciendo duras penitencias. Llegó a ser obispo de Braga (Portugal), pero antes fundaría en nuestras tierras el monasterio de Compludo y el de San Pedro de Montes que formarían parte de la región conocida por el nombre de Tebaida berciana. Años más tarde monjes y eremitas llegarían a ser los impulsores de la construcción de las diferentes edificaciones monásticas o ermitas. Dos siglos más tarde sería San Genadio, seguidor de Fructuoso y de Valerio, quien restauraría el Monasterio de San Pedro de Montes y fue quien fundó allá por el año 912 el monasterio de "San Pedro y San Pablo de Castañeda", entre San Pedro y Turienzo. Su ubicación aproximada estaría en el lugar denominado "Salas" o "La Sala", posteriormente sería restaurado por el Obispo Odario en el 960. Es a partir de ese momento cuando las crónicas monásticas aluden a la existencia en el año 980 de Turienzo, San Pedro Castañero y San Martín del Valle de Magaz y en el 1190 a Santo Sebastiano, núcleos poblacionales que fueron la génesis de aquel movimiento repoblador, del que hoy tan solo perduran los dos primeros.
San Martín del Valle de Magaz se ubicaba en “La Chana de San Martín”. Luego, al ser desamparada la población por sus habitantes en el s. XIII el templo eclesial se transformó en ermita, subsistiendo hasta el año 1745. Hace algunas décadas se localizó su necrópolis en el antiguo camino de San Pedro Castañero. Santo Sebastiano, que podríamos adjetivar como el Barrio de Arriba de Turienzo Castañero, se hallaba en las inmediaciones de las Torcas y al igual que ocurriera con San Martín, sus moradores lo abandonaron en aquellos tiempos, pasando a residir en la actual ubicación de Turienzo. La iglesia como no podía ser de otra manera, se trocó en ermita, de ahí que al visitar la localidad el obispo Fr. Crisóstomo de Vargas en el año 1727 mencione que fue iglesia titular.
En esta capilla se rendía culto a los Santos Mártires San Fabián y San Sebastián y también a San Andrés Apóstol. Aquí tenían además sus panteones los Castro y los Barrientos, que eran los linajes más representativos de la población en el siglo XVI. Su demolición acontece en 1753 ante la carencia de numerario por el concejo para asumir el coste de la rehabilitación. Una cruz erigida en su solar permitió mantener viva su memoria durante algún tiempo. Se desconoce el motivo del porque la cruz fue trasladada al actual Barrio de Arriba pues el lugar de la ubicación de la ermita, se sitúa casi con toda probabilidad en el Castro del rechano muy próximo de donde se cree estuvo el Barrio de Santo Sebastiano.. La ermita y su barrio se perdieron para siempre en las páginas del libro del eterno olvido.
En otro paraje, el de San Antolino que se asentaba a la vera del “Camino Real” a Castropodame fue donde existió otra ermita hasta el año 1754, (ermita de San Antolín) fue éste el templo eclesial de otro poblado desaparecido igualmente en la Baja Edad Media.
Podemos darle igual fin a la ermita de la Vera Cruz o del Santo Cristo de Turienzo, que había sido erigida en el s. XVI por el concejo del lugar y subsistió hasta el s. XIX y en la que se veneraba entre otras efigies a un Ecce Homo, que por su notable antigüedad el obispo pidió en 1823 que se apartase del culto y se enterrase en dicha ermita “poniendo la columna de esta ymagen a la de la parroquia que esta sin ella” en memoria de esta ermita permanece la cruz de la plaza del Santo Cristo.
La relación de Turienzo con el Camino de Santiago es posible que se remonte en el tiempo al s. X, documentándose en el año 1190 una heredad llamada “Santiago”, situada entre “Salas” y “Raigada”, aseveración que vendrían a avalar las menciones posteriores de “Valdesantiago” y “Capil de rromans” o “Capilla de los peregrinos”, además, la talla de Santiago Peregrino que se conserva en la iglesia parroquial de Turienzo Castañero, corrobora lo expuesto.
Ese viejo camino que venía de Foncebadón y se adentraba en El Bierzo por las demarcaciones de San Pedro y Turienzo Castañero, buscaba la ruta de “Valdesantiago”, dominada estrategicamente desde “El Castro de Álvaro Alonso”, emplazado en “La Corona de los Castros” y en cuyo término se levantaba “La Capil de Romans” o “Capilla de los Peregrinos”, oratorio en que se veneraba a la imagen de Santiago Peregrino. Derrotero que se unía en “La Chana de San Martín” con el procedente de Fonfría del Pero y que desde San Andrés de las Puentes se dirigía a Viloria, para hollar “San Martín del Valle de Magaz” y proseguir con dirección a Matachana.
Si la influencia del Camino de Santiago ha dejado su impronta en la localidad, lo mismo podríamos decir de la ejercida por los señoríos de Bembibre y San Pedro Castañero, administrados por los Enríquez y los Mendaña, al igual que la que gira en torno a los linajes Castro y Barrientos, que forjaron su devenir histórico y encumbraron a lo más alto a la pequeña nobleza local, a una aristocracia que extendió su dominio más allá de nuestras costas.
No estaría demás evocar a algunos grandes personajes del s. XVI de Turienzo como fueron:
- Juan de Castro, mayordomo del Conde de Alba de Aliste, señor de Bembibre y fundador de la capilla de los Castro o de Santa Catalina y San Andrés Apóstol.
- Martín de Barrientos, notario mayor, encomendero y prestamista en Potosí, en el Virreinato de Perú, y patrono de las capillas de los Barrientos de Cobrana, Congosto y Ponferrada.

El barrio de abajo se encontraba situado en los alrededores de "La Fontanica" situado hacia el valle, denominado Barrio de San Pelayo en honor a su ermita y la que hoy es actual Parroquia de San Pelayo.
Turienzo sufrió en 1779 un importante incendio, en el mismo se quemaron mas del 70% de las casas del pueblo, por ello todas las casas solariegas y blasonadas que había por entonces, el fuego se las arrebató al pueblo. La miseria y grandes dificultades se adueñaron de las gentes del lugar, teniendo éstas que pedir ayuda a otros pueblos vecinos para sobrevivir. No habían transcurrido apenas 30 años y de nuevo las tropas francesas en Junio de 1809, arrasaron todo cuanto se encontraba a su paso, en este caso Turienzo quedó otra vez casi destruido y desolado. Podríamos seguir hablando del periplo histórico de esta población y relatar más avatares históricos y rememorar los desastres de la Guerra de la Independencia en Turienzo, pero Turienzo se levantó una vez más, no con el mismo esplendor que había tenido, ya que casi comenzó de nuevo.. La ermita se amplió convirtiéndose en la parroquia de San Pelayo y de lo demás no quedó ni rastro. Todo lo que hoy vemos y las edificaciones más antiguas, están reconstruidas muchas de ellas sobre las ruinas de las anteriores. Turienzo esconde en sus entrañas un pasado muy poco afortunado, pero en cambio si una larga historia que es digna de conocer por sus gentes.
Agradecimientos del Pueblo de Turienzo al Historiador D. Manuel Olano Pastor.. por tanta historia.

Turismo:

La población de este pueblo se duplica en verano y durante las fiestas, qué persona de los pueblos de alrededor no va a Turienzo y a su ronda de bodegas?



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