No lejos de ROSALES, en Los COUSOS, monte que linda con Rosales y
Cirujales. hay una explotación gigantesca mirando al norte. Con ella se modificó la
montaña, y hoy aparece un valle transversal, contrario a la formación geológica del
suelo. A ese valle artificial llaman El Sumidero y Las Lagunas, por las que se han
formado en depósitos que por allí quedaban. Parece que los vecinos de Cirujales,
que frecuentan esos terrenos, han encontrado martillos y otras herramientas de los
antiguos mineros. La parte alta se llama el Arco de los Cousos.
El canal que surtía de agua esta explotación arrancaba de Torrecillo, al
principio del Valle Gordo, pasaba por Fuente Mortera en Barrio de la Puente, y
recogía a su paso muchas fuentes y arroyuelos. Cuando llegaba a las inmediaciones
de la minas, se formaban dos grandes depósitos, Pozo del Aro de Arriba, y Pozo del
Aro de Abajo, que así se siguen llamando. Empleaban un procedimiento en uso
todavía por esta tierra, en parajes en que no abunda el agua. Acumulan el escaso
hilillo en un estanque y, cuando está lleno, lo revientan, es decir, sueltan el agua allí
depositada y consiguen regar una considerable porción de huerta o prado. En el
caso que tratamos era para lavar las rocas. El agua desprendida de lo alto
arrastraba tierra, piedras y arenas y en el fondo hacían la selección.
Decimos que la excavación se halla al lado norte de la montaña. Su altura es
de 1.440 metros sobre el nivel del mar. Durante el invierno, cuando la nieve
ennitiese los trabajos, el frío sería insoportable. A fin de remediarlo en lo posible,
• se establecieron en la solana de enfrente, que dicen Folloso, las viviendas de
empleados y capataces, quizá de los mismos obreros; si bien estos solían ser
esclavos y no eran tratados como personas. Esta solana de Folloso ha sido
roturada hace tiempo. Y los labradores encuentran por allí hogares y tejas planas
con reborde, que nos dan la fecha de la explotación, por si ofreciese dudas.
El agua aquí empleada, recogida por otro canal más bajo, seguía hasta el
Pozo de los Griegos, otra explotación muy próxima en la Solana de Solís, que hoy
ofrece el aspecto de una cantera. En la parte superior, a lado del canal está todavía
el depósito de agua, como apuntando a la obra del Pozo mencionado. Este canal
continúa por lo que llaman Rodera de la Calzada, por detrás del Cueto de Rosales
para regar la Lomba. Según afirma la tradición del último pueblo, o lo que es más
verosímil, para alguna otra explotación cuyos vestigios haya borrado la agricultura
con el laboreo de las tierras.
Cita Padre Cesar Moran
Cirujales. hay una explotación gigantesca mirando al norte. Con ella se modificó la
montaña, y hoy aparece un valle transversal, contrario a la formación geológica del
suelo. A ese valle artificial llaman El Sumidero y Las Lagunas, por las que se han
formado en depósitos que por allí quedaban. Parece que los vecinos de Cirujales,
que frecuentan esos terrenos, han encontrado martillos y otras herramientas de los
antiguos mineros. La parte alta se llama el Arco de los Cousos.
El canal que surtía de agua esta explotación arrancaba de Torrecillo, al
principio del Valle Gordo, pasaba por Fuente Mortera en Barrio de la Puente, y
recogía a su paso muchas fuentes y arroyuelos. Cuando llegaba a las inmediaciones
de la minas, se formaban dos grandes depósitos, Pozo del Aro de Arriba, y Pozo del
Aro de Abajo, que así se siguen llamando. Empleaban un procedimiento en uso
todavía por esta tierra, en parajes en que no abunda el agua. Acumulan el escaso
hilillo en un estanque y, cuando está lleno, lo revientan, es decir, sueltan el agua allí
depositada y consiguen regar una considerable porción de huerta o prado. En el
caso que tratamos era para lavar las rocas. El agua desprendida de lo alto
arrastraba tierra, piedras y arenas y en el fondo hacían la selección.
Decimos que la excavación se halla al lado norte de la montaña. Su altura es
de 1.440 metros sobre el nivel del mar. Durante el invierno, cuando la nieve
ennitiese los trabajos, el frío sería insoportable. A fin de remediarlo en lo posible,
• se establecieron en la solana de enfrente, que dicen Folloso, las viviendas de
empleados y capataces, quizá de los mismos obreros; si bien estos solían ser
esclavos y no eran tratados como personas. Esta solana de Folloso ha sido
roturada hace tiempo. Y los labradores encuentran por allí hogares y tejas planas
con reborde, que nos dan la fecha de la explotación, por si ofreciese dudas.
El agua aquí empleada, recogida por otro canal más bajo, seguía hasta el
Pozo de los Griegos, otra explotación muy próxima en la Solana de Solís, que hoy
ofrece el aspecto de una cantera. En la parte superior, a lado del canal está todavía
el depósito de agua, como apuntando a la obra del Pozo mencionado. Este canal
continúa por lo que llaman Rodera de la Calzada, por detrás del Cueto de Rosales
para regar la Lomba. Según afirma la tradición del último pueblo, o lo que es más
verosímil, para alguna otra explotación cuyos vestigios haya borrado la agricultura
con el laboreo de las tierras.
Cita Padre Cesar Moran
Gracias Dany, muy interesante.
