León debe estar vigilante ante una nueva alternativa para el tendido Sama-Velilla
Un par de indicios sobre las supuestas intenciones del Gobierno y de Red Eléctrica Española de reactivar el proyecto Sama-Velilla pone en situación de alerta a la plataforma que canalizó el rechazo generalizado de instituciones, partidos políticos, colectivos diversos y en general de toda la provincia a esa autopista de la alta tensión. Cuando hace ya dos decenios se planteó el proyecto para sacar la sobreproducción eléctrica del Pricipado hacia Palencia, la idea era que el tendido cruzase Picos de Europa, algo que lógicamente desautorizó la Unión Europea.
La corrección del trazado entre Langreo y Velilla del Río Carrión se hizo dibujando sobre el papel otro de 124 kilómetros de recorrido que afectaría a diecinueve municipios de la provincia, a la que en ningún caso reporta benefico alguno. Ese es el proyecto que lleva dos años atascado en la tramitación medioambiental por las 27.000 alegaciones presentadas —y todavía sin respuesta— por ayuntamientos y colectivos, a cuyo rechazo se sumaron las Cortes de Castilla y León y, sobre todo y de manera muy firme, la propia Diputación de León.
Es más, el Gobierno la sacó en enero del año pasado de la planificación energética hasta 2016 porque no la consideraba prioritaria. Es de nuevo el Principado el que está promoviendo su inclusión en el programa 2015-2020, probablemente buscando una solución teóricamente menos conflictiva a través del corredor de Pajares, por el que ya discurren las líneas Lada-La Robla y Soto-La Robla, para, girar allí hacia el este siguiendo también otro pasillo de trazado histórico.
La tala hace unos días de unas encinas centenarias en Robledo de la Guzpeña por parte de una empresa contratada por Red Eléctrica —supuestamente para ensanchar el corredor, porque estaban a cien metros de las otros tendidos— y las preguntas —todavía sin respuesta— en el Senado de un parlamentario asturiano de IU sobre esta cuestión, la esperada intervención de la fiscalía y los posibles daños ambientales de la «nueva alternativa» que «plantea» el Ministerio de Medio Ambiente hicieron sonar las alarmas en León, hasta el punto de que la plataforma ya mantuvo una primera reunión con representantes de la Diputación.
No parece razonable que lo que no era prioritario hace un año lo sea ahora, pero de los indicios podría concluirse que Gobierno y REE están en la idea de recuperar el proyecto sorteando dificultades medioambientales, o al menos limitándolas al mínimo. Como quedó claro que la alternativa a la alta tensión es que no hay alternativa, que al parecer tampoco hay razones que avalen su necesidad y que la tendencia mundial es que la energía se produzca donde se consume, lo conveniente es que la sociedad leonesa esté vigilante.
Un par de indicios sobre las supuestas intenciones del Gobierno y de Red Eléctrica Española de reactivar el proyecto Sama-Velilla pone en situación de alerta a la plataforma que canalizó el rechazo generalizado de instituciones, partidos políticos, colectivos diversos y en general de toda la provincia a esa autopista de la alta tensión. Cuando hace ya dos decenios se planteó el proyecto para sacar la sobreproducción eléctrica del Pricipado hacia Palencia, la idea era que el tendido cruzase Picos de Europa, algo que lógicamente desautorizó la Unión Europea.
La corrección del trazado entre Langreo y Velilla del Río Carrión se hizo dibujando sobre el papel otro de 124 kilómetros de recorrido que afectaría a diecinueve municipios de la provincia, a la que en ningún caso reporta benefico alguno. Ese es el proyecto que lleva dos años atascado en la tramitación medioambiental por las 27.000 alegaciones presentadas —y todavía sin respuesta— por ayuntamientos y colectivos, a cuyo rechazo se sumaron las Cortes de Castilla y León y, sobre todo y de manera muy firme, la propia Diputación de León.
Es más, el Gobierno la sacó en enero del año pasado de la planificación energética hasta 2016 porque no la consideraba prioritaria. Es de nuevo el Principado el que está promoviendo su inclusión en el programa 2015-2020, probablemente buscando una solución teóricamente menos conflictiva a través del corredor de Pajares, por el que ya discurren las líneas Lada-La Robla y Soto-La Robla, para, girar allí hacia el este siguiendo también otro pasillo de trazado histórico.
La tala hace unos días de unas encinas centenarias en Robledo de la Guzpeña por parte de una empresa contratada por Red Eléctrica —supuestamente para ensanchar el corredor, porque estaban a cien metros de las otros tendidos— y las preguntas —todavía sin respuesta— en el Senado de un parlamentario asturiano de IU sobre esta cuestión, la esperada intervención de la fiscalía y los posibles daños ambientales de la «nueva alternativa» que «plantea» el Ministerio de Medio Ambiente hicieron sonar las alarmas en León, hasta el punto de que la plataforma ya mantuvo una primera reunión con representantes de la Diputación.
No parece razonable que lo que no era prioritario hace un año lo sea ahora, pero de los indicios podría concluirse que Gobierno y REE están en la idea de recuperar el proyecto sorteando dificultades medioambientales, o al menos limitándolas al mínimo. Como quedó claro que la alternativa a la alta tensión es que no hay alternativa, que al parecer tampoco hay razones que avalen su necesidad y que la tendencia mundial es que la energía se produzca donde se consume, lo conveniente es que la sociedad leonesa esté vigilante.