MANZANEDA DE OMAÑA: El teitado a beu —llamado también a baguna o a vara—...

El teitado a beu —llamado también a baguna o a vara— resulta más económico pues no es necesario reemplazar toda la paja. Es además un trabajo más fácil de realizar. Los colmos se encajan de manera más sencilla por lo que hay que sujetarlos de otra forma. Con ramas de brezo o de avellano se fabrican unas cinchas o correas trenzadas que constituyen el beu. Esas cinchas bien retorcidas se van colocando circularmente sobre los colmos. A veces llegan a ocupar todo el teito y a veces se detienen en la mitad o en el primer tercio. La cubierta queda bien protegida de los vientos. El remate de la cumbre es a base de atados de soga de paja y retama.

El teitado de escoba es muy apreciado por su duración y consistencia. Se aplica sobre otro material que le sirve de base y que suele ser un arbusto del tipo del brezo que en Asturias y Galicia llaman uz o gorbizo. 18 Sobre este sustrato se extienden los manojos de escoba negra o de retama blanca. Para el corte de la retama o escoba se ha seguido tradicionalmente un rito relacionado con el calendario lunar, haciéndolo coincidir (el corte) con el cuarto menguante; es entonces cuando se tiene la seguridad de obtener unos ramajes que pueden durar hasta más de doce años. Con los ramajes de escoba se van haciendo manojos que en este caso se llaman feixes y que se van colocando al pie de la cabaña para teitar. No hay utensilios especiales aparte de la hoz y las escaleras de mano; las propias manos del teitero van fabricando sobre la marcha una soga llamada cibiella con la que se atan los haces. El teitero empieza su trabajo por la parte inferior, ascendiendo hacia la cumbre en andadas verticales de 1 m de ancho. El manojo se coloca con el tallo hacia arriba y la rama se encaja hacia abajo; se separan dos ramas y se mete la tercera en el medio, clavándola bien apretada. Los manojos de escoba bien colocados y bien prietos pueden alcanzar un espesor de medio metro, aumentando este espesor en la parte delantera de la cumbre porque se supone que es la zona más expuesta a las inclemencias del tiempo. Los teiteros realizan todo este trabajo en tiempo seco.

Las cabañas de escoba al ser construcciones de planta rectangular requieren una terminación en la cumbre especialmente diseñada para esa línea en que se juntan los dos faldones a dos aguas. Los remates del cume o cumbrera se hacen siguiendo una de estas cuatro técnicas:

Sujeción con zancas y yugos. Las zancas son unas ramas gruesas o tablones de haya o acebo. Sirven para sujetar el teito y se colocan a caballo sobre los faldones sujetándose en la cumbre con unos travesaños llamados yugos que a su vez quedan trabados con la ayuda de un pasador o torno. Este sistema se emplea también en la Europa del norte, en Alemania, Holanda, Dinamarca y Suecia.