MANZANEDA DE OMAÑA: Origen y evolución...

Origen y evolución
Casa de teito en El Bierzo. Fotografía realizada a principios del siglo XX por el filólogo alemán Fritz Krüger.

Las casas habitacionales con teito, formando pequeñas aldeas de temporada o diseminadas a lo largo de la geografía asturiana y leonesa, fueron herencia y evolución de las casas que configuraron los castros. La planta circular de los castros es considerada como la más antigua, pero en alguno de ellos como el de Coaña coexistió con la planta rectangular. nota 2

Durante la segunda mitad del milenio I a. C., la población fue cambiando de lugar asentándose en tierras apropiadas para el cultivo. Las casas siguieron siendo circulares al principio y más tarde se fueron construyendo rectangulares como venía ocurriendo en el resto de la península. 4 Los arqueólogos han sacado a la luz enclaves que así lo demuestran, pertenecientes al primer milenio a. C.:

El Molá (una aldea de Tarragona), del 700 a. C.
Purullena, en Granada, del 800 a. C.
Crevillent en Alicante
Caspe, en el valle del Ebro donde llegaron a contarse hasta 57 casas, bien alineadas y con calle central. 5

Casa con teito en Campo del Agua.

En el territorio astur-leonés y en Galicia estas casas-vivienda tenían sus correspondientes edificaciones también con teito que servían para las faenas agrícolas y ganaderas. Son testimonio de la evolución de la vida rural desde los primeros agricultores del Neolítico. Muchos de estos edificios han perdurado en mayor o menor cantidad hasta el siglo XXI mostrando lo que pudieron ser las casas con teito, casas habitacionales desaparecidas o transformadas la mayoría, tanto en su estructura como en su uso. Estos edificios anejos (hórreos, establos, pajares, etc.) se han mantenido gracias a su situación geográfica en lugares estratégicos, protegidos por la naturaleza. 6 Su pervivencia se debe también a que esas zonas no llegaron nunca a ser enteramente colonizadas por Roma por lo que los métodos de construcción de los romanos no cambiaron ni influyeron nunca en los métodos ancestrales de estas gentes. 7

Junto a las primeras casas circulares habitacionales existieron unos cercados que a veces alcanzaban una altura de 2 m, construidos con piedra cuando era fácil de obtener o con maderas. En estos cercados se guardaba el ganado. 8 Se han identificado estos establos por el tupido nivel de estiércol encontrado. 9 Este sistema evolucionó durante el tiempo protohistórico cuando el establo pasó a formar parte de la propia casa, cuyo ejemplo más conocido y perdurable es la palloza de los Ancares. Los arqueólogos consideran que fue ésta la gran innovación del periodo protohistórico en las construcciones del norte de la península y del norte europeo y que es posible que influyera tanto el clima como la necesidad de mantener a los animales bien vigilados día y noche al ser su gran riqueza y objeto de subsistencia. 10

En el noroeste de España la cubierta vegetal fue predominante hasta el siglo XX, debido a sus propiedades como aislante térmico, superiores a las de otras cubiertas como la losa: el teito puede mantener la temperatura en el interior de una estancia calentada por un fuego a unos 15 °C en invierno, incluso en zonas de montaña donde las temperaturas medias mínimas no suelen rebasar los 2 °C; a la vez, el techado vegetal también conserva el ambiente fresco en la vivienda durante los días calurosos. Un teito bien confeccionado y reparado periódicamente dura unos veinte años. 11

El principal inconveniente de los teitos radicaba en su mayor propensión a ser un punto de inicio y propagación de incendios, y era habitual que varios edificios o incluso pueblos enteros quedaran destruidos al prender las llamas en los techados. 11 El elevado riesgo de incendio dejó su marca tanto en las técnicas de construcción como en las leyes y ordenanzas de las poblaciones, entre las que se pueden mencionar la prohibición de hacer pan durante la noche, y la inspección periódica rigurosa de hornos y cocinas; 12 también fue un factor importante en la gradual sustitución por la losa o la teja en los edificios destinados a la habitación durante el siglo XX y a la gradual restricción del uso de teitos en construcciones auxiliares aisladas de las viviendas. 11