MANZANEDA DE OMAÑA: De la viga del techo se colgaban las “llares” o “pregancias”,...

De la viga del techo se colgaban las “llares” o “pregancias”, especie de cadena de forja terminada en un gancho, donde se colocaba el pote de cobre para cocinar. La única ventilación de la cocina era un ventanuco; entre el espacio situado sobre él y el techo, se curaban al humo los productos de la matanza, colgados éstos de varales de avellano. En un ángulo de la estancia construían el horno para cocer el pan de centeno que ellos mismos amasaban. Alrededor del llar se situaban los “escaños” –bancos de madera- y más alejados del fuego los camastros. No hay que olvidar que no todas las viviendas disponían de dormitorio independiente.
En el piso superior el pajar y la priegol lo completaban. Este piso solía tener alguna ventana pero de escasas proporciones, a excepción hecha del “boquero”, ventana de mayores proporciones situada sobre la puerta para meter la paja y el heno. A la "tenada" también se accedía desde el portal por una escalera de mano.