Pobrecina, pero lo cierto es que cuando queria tambien era muy burra!, tengo una anécdota con ella y mi hermano (tendria unos siete años). Resulta que bajamos los tres al
Castillo y a la subida por el
valle se plantó y no habia quien la moviera, yo ya estaba más que desesperada y ni si quieres arroz Catalina, menos mal que andaba por alli mi tio Tuto (el padre de Tutín) y con un berrido que le pegó salió como un cohete hasta llegar al
pueblo.
