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GUISATECHA: Pues eso que como no quiero salir, porque igual me...

Pues eso que como no quiero salir, porque igual me mojo, desde casa os hago partícipes de mis recuerdos. de mi pueblo y de sus gentes.
Libre y ágiul como un gamo. De contextura flacucha. El pelo negro y brillante, combina con el cruzado tirante que sujeta el pantalón, pues es duro y aferrado a esta loca cabecina que maquina, y ve ante sí al pueblo que le fascina.
Guisatecha abajo, en el "Pajarón", km. 51, pasa la puente del prado por Francisquín bien cuidado, a la izquierza Franciscón y Bernardo al otro lado, con tía Esther y abuela Petra, que con sus cuentos y dichos me hizo entrar en razón, quitándome algún capricho, hizo gala a su apellido... se apellidaba Bardón.
Si sigues por esa parte, hallarás más adelante a Indalecio, Constantino, "las Moscas" en la casa rectoral. Manuela y Marí, Concha, Ricardo y al final Restituto. Todos buscaron el fruto trabajando aquellas tierras entre escobales y peñas. Ahora allí Antonio el de Lucio, que no se quiso marchar, apacienta un buen rebaño en el tranquilo lugar.
Si vuelvo a la carretera, Benedicta la primera, que ya murió centenaria siendo recuerdo de Omaña, trabajo desde chiquilla con la abuela Benjamina y con el abuelo Manuel, ahora haciendo mantequilla ahora dando de beber. Allí se crió mi padre, pastor, mantequero, carretero, camionero y taxista y... a uno de sus cinco hijos aquí teneis a la vista.
Sigo un poco más arriba y Valentín el caminero, con su estirpe siempre fiel, ellos son los Moratiel. Casí al lado está Dulsé con su mujer Hermelinda y las hermanas de aquel y su hijo Manolín que el muy pillo, siempre prefiere El Castillo.
El próximo como vecino era el Portu, que hacía que el agua en la que pescaba se convirtiera en vino, pero eso se adivina, también gustaba a Luzdivina, a la que como madre honró y su camino siguió. A aquella casa la llamaban la de los "cacharreros", nunca supe el porqué, pues sólo se veían botellas.
Por ese lado no queda nadie, solo el hijo de Fernando, que fuera cartero antaño, Angelín (guardia civil), hermano de Raúl y Nieves, hizo allí una casa nueva para que el pueblo no muera. Bien por tí Angelín.
Sin salir de la carretera, yo me paso a la otra mano, la casa de Emiliano, siempre broma y buen humor, tiene de vecino a Lucio ¡de bolos buen jugador!. Seguida hay una casa que en mí siempre causó admiración, como siendo tan pequeña tenía tanta población: Eufemia, Eduardo, Munuela y toda su parentela, venían hasta de Valladolid. Allí estaban Angelina y Mariluz, que muy feliz hizo casa en "Las Muruecas", no está mal pues la finca era un pedregal. Ya sé que hicieron otras casas al lado del camino que lleva al molino de mi abuelo Emilio, yo conozco a los Porrero, pero hay otros vecinos, no sé quienes son no atino.
Y para salir del pueblo la casa de Pedro, con todo su recrio, ¡qué de hijos tenía!, vaya tío. Ya no me acuerdo de ellos, la mayor era muy guapa y aunque yo era pequeñín... quería llevarla a la era del "Ñasín", donde se majaba el centeno. Es que yo era un veneno, quizás lo sigo siendo.
La última casa era la de Juliana, madre de Joselín, casado con Luisa y en El Castillo cantinero, allí me parece, no estoy seguro, vivía Olvido y su marido, familiares (creo) de David que es un gran panderetero.
Por hoy eso es todo. Si me he equivocado en algún dato, os agradezco que lo corrijais dedicando a este foro un rato. Un abrazo.