Pesía de Norberto Marcos Rodriguez. De todos es sabido que el vecino Norberto hijo de Aniana, es un forofo del pueblo y no pierde ocasión en recordarlo y de una manera a lo grande con sus poesías. Hoy me hace llegar una que dice así:
DE CORAZON A CASTROVEGA
(Del Amor a la Tierra)
Permíteme que te cante
en loas de verso grande,
porque te llevo en el alma
porque de mi eres parte.
Yo tenía doce años...,
sin conciencia de la vida,
de ti me desbracé
sin ritos de despedida.
Por eso quiero cantarte,
derramar en ti mis versos,
a ti mi tierra querida
por sentida en mis adentros.
Quiero cantarle a tus gentes
que son de nobleza ejemplo,
de corazón desprendido
y probo de sentimientos.
A tus tórridos veranos
ya tus tierras abrasadas,
y al frío viento de invierno
que muerde en la madrugada.
A tus verdes primaveras
y al otoño llamarada,
sinfonía de colores
y que solo Dios pintara.
Cómo hubiera querido
que el tiempo nunca pasara,
seguir vestido de infancia
y de vida conformada.
Pero presto pasa el tiempo
en rápida galopada,
y en el remar de la vida
la vida se nos escapa.
Se me gastaron los pasos
en no sé qué correrías,
en ir de acá para allá...
en vaivenes de la vida.
He dibujado en mi mente
líneas de tu geografía
y un mapa de sentimientos
que recorro cada día.
Por mucho que yo te quiera
yo más quererte quisiera,
que en el abrazo de un hijo
se da más que el alma diera.
Curarte en ti quiero el alma
que de ausencia tengo herida,
déjame que en ti descanse,
porque en ti vine a la vida.
Norberto Marcos Rodriguez
MIMO
DE CORAZON A CASTROVEGA
(Del Amor a la Tierra)
Permíteme que te cante
en loas de verso grande,
porque te llevo en el alma
porque de mi eres parte.
Yo tenía doce años...,
sin conciencia de la vida,
de ti me desbracé
sin ritos de despedida.
Por eso quiero cantarte,
derramar en ti mis versos,
a ti mi tierra querida
por sentida en mis adentros.
Quiero cantarle a tus gentes
que son de nobleza ejemplo,
de corazón desprendido
y probo de sentimientos.
A tus tórridos veranos
ya tus tierras abrasadas,
y al frío viento de invierno
que muerde en la madrugada.
A tus verdes primaveras
y al otoño llamarada,
sinfonía de colores
y que solo Dios pintara.
Cómo hubiera querido
que el tiempo nunca pasara,
seguir vestido de infancia
y de vida conformada.
Pero presto pasa el tiempo
en rápida galopada,
y en el remar de la vida
la vida se nos escapa.
Se me gastaron los pasos
en no sé qué correrías,
en ir de acá para allá...
en vaivenes de la vida.
He dibujado en mi mente
líneas de tu geografía
y un mapa de sentimientos
que recorro cada día.
Por mucho que yo te quiera
yo más quererte quisiera,
que en el abrazo de un hijo
se da más que el alma diera.
Curarte en ti quiero el alma
que de ausencia tengo herida,
déjame que en ti descanse,
porque en ti vine a la vida.
Norberto Marcos Rodriguez
MIMO
