El próximo 26-J, la “gran fiesta de la democracia” volverá a ser una vez más la fiesta del chorreo de millones a costa del contribuyente.
Lo que dicen que harán los partidos políticos:
• Los cuatro grandes dicen que prescindirán de la publicidad exterior (vallas, banderolas, etcétera). Este ahorro tan sólo supone 6 millones de euros frente a los más de 35 que gastan en total.
• El PP reducirá 3,6 millones de los 12 que se gastó el 20-D, un 30%. Prescindirá de la publicidad exterior y abaratará el mailing (¿otra vez un mailing?), aunque no concreta cuánto.
• El PSOE dice que recortará un 33%: 3 millones menos de los 9 gastados el 20-D. Ahorrará un millón más en buzoneo y suprimirá la publicidad exterior.
• Podemos promete no gastar más de 3 millones en campaña (prácticamente lo mismo que el 20-D) y tampoco usará publicidad exterior.
• Ciudadanos ahorrará entre un 10% y un 15% -gastó 3,4 millones el 20-D. Eliminará la publicidad exterior y reducirá el coste del buzoneo.
Ni una sola mención a las subvenciones por resultados. A esta partida no renuncia ninguno de los cuatro. Así que volverán a embolsarse con nuestros impuestos (insisto, 6 meses después del 20-D), 21.167,64 euros por escaño; 0,81 euros por voto, si se ha obtenido al menos un diputado electo; y 0,32 euros por voto, por cada escaño de senador. Redondeando, unos 25 millones de euros. 4.159.650.000 de las antiguas pesetas.
¿Cuántos puestos de trabajo podrían crearse con ese dinero?.
Lo que dicen que harán los partidos políticos:
• Los cuatro grandes dicen que prescindirán de la publicidad exterior (vallas, banderolas, etcétera). Este ahorro tan sólo supone 6 millones de euros frente a los más de 35 que gastan en total.
• El PP reducirá 3,6 millones de los 12 que se gastó el 20-D, un 30%. Prescindirá de la publicidad exterior y abaratará el mailing (¿otra vez un mailing?), aunque no concreta cuánto.
• El PSOE dice que recortará un 33%: 3 millones menos de los 9 gastados el 20-D. Ahorrará un millón más en buzoneo y suprimirá la publicidad exterior.
• Podemos promete no gastar más de 3 millones en campaña (prácticamente lo mismo que el 20-D) y tampoco usará publicidad exterior.
• Ciudadanos ahorrará entre un 10% y un 15% -gastó 3,4 millones el 20-D. Eliminará la publicidad exterior y reducirá el coste del buzoneo.
Ni una sola mención a las subvenciones por resultados. A esta partida no renuncia ninguno de los cuatro. Así que volverán a embolsarse con nuestros impuestos (insisto, 6 meses después del 20-D), 21.167,64 euros por escaño; 0,81 euros por voto, si se ha obtenido al menos un diputado electo; y 0,32 euros por voto, por cada escaño de senador. Redondeando, unos 25 millones de euros. 4.159.650.000 de las antiguas pesetas.
¿Cuántos puestos de trabajo podrían crearse con ese dinero?.
Pepe, la partida destinada a las Elecciones, no debe de considerarse un gasto superfluo, es uno e los pilares sobre los que se apoya la democracia, sin elecciones no hay democracia, ¿como debian ser elegidos los candidatos, si prescindimos de las elecciones?
Al estado no le corresponde Crear puestos de trabajo, esta faceta esta destinada al empresario, el estado debe de facilitar la labor y promover las mejores circunstancias posibles, nos encontramos en un estado de libre mercado, Pepe no estamos en Corea del Norte
Al estado no le corresponde Crear puestos de trabajo, esta faceta esta destinada al empresario, el estado debe de facilitar la labor y promover las mejores circunstancias posibles, nos encontramos en un estado de libre mercado, Pepe no estamos en Corea del Norte
Buenos días Anónimo forero:
En mi opinión, el término “DEMOCRACIA”, en este caso no está bien empleado. Lo que aquí tenemos, es más bien “PARTITO-CRACIA”.
Son los partidos los que corrompen todas las instituciones que caracterizan a una democracia (ejecutivo, legislativo, judicial) ya que no existe una verdadera separación de poderes.
Si el 20 de Diciembre, los ciudadanos con su voto, reflejan el panorama político que tenemos y los partidos políticos resultante, son incapaces de consensuar un gobierno, en torno a un programa que intente resolver la multitud de problemas que tiene nuestra sociedad (paro, deuda, educación, sanidad, estructura del estado, corrupción, et.), y lo único que les preocupa es el reparto de sillones, estos políticos, no son merecedores de nuestra confianza.
Si los ciudadanos meditamos un poco esta situación, el próximo 26 de junio, las urnas deberían estar vacías al cierre de los colegios electorales.
Es una gran irresponsabilidad de los partidos, el provocar la convocatoria de unas nuevas elecciones después del espectáculo esperpéntico en que han sumido a la ciudadanía en estos 6 meses. Eso sí, se han cuidado muy mucho de cobrar todos estos meses sin dar un palo al agua, habiendo como hay más de 4 millones en el paro.
El dinero que se va a gastar en estas nuevas elecciones (prácticamente con los mismos protagonistas) y que pagamos todos con nuestros impuestos, se podría emplear por ejemplo en: ampliar la plantilla de profesionales sanitarios (empleo público) para reducir las listas de espera. O para mejorar la formación del profesorado (empleados públicos), o reducir las cargas sociales para favorecer la contratación de trabajadores en el sector privado. La minería del carbón que tanto afecta a nuestro valle, estaría encantada de recibir esos dineros, por ejemplo.
Saludos
En mi opinión, el término “DEMOCRACIA”, en este caso no está bien empleado. Lo que aquí tenemos, es más bien “PARTITO-CRACIA”.
Son los partidos los que corrompen todas las instituciones que caracterizan a una democracia (ejecutivo, legislativo, judicial) ya que no existe una verdadera separación de poderes.
Si el 20 de Diciembre, los ciudadanos con su voto, reflejan el panorama político que tenemos y los partidos políticos resultante, son incapaces de consensuar un gobierno, en torno a un programa que intente resolver la multitud de problemas que tiene nuestra sociedad (paro, deuda, educación, sanidad, estructura del estado, corrupción, et.), y lo único que les preocupa es el reparto de sillones, estos políticos, no son merecedores de nuestra confianza.
Si los ciudadanos meditamos un poco esta situación, el próximo 26 de junio, las urnas deberían estar vacías al cierre de los colegios electorales.
Es una gran irresponsabilidad de los partidos, el provocar la convocatoria de unas nuevas elecciones después del espectáculo esperpéntico en que han sumido a la ciudadanía en estos 6 meses. Eso sí, se han cuidado muy mucho de cobrar todos estos meses sin dar un palo al agua, habiendo como hay más de 4 millones en el paro.
El dinero que se va a gastar en estas nuevas elecciones (prácticamente con los mismos protagonistas) y que pagamos todos con nuestros impuestos, se podría emplear por ejemplo en: ampliar la plantilla de profesionales sanitarios (empleo público) para reducir las listas de espera. O para mejorar la formación del profesorado (empleados públicos), o reducir las cargas sociales para favorecer la contratación de trabajadores en el sector privado. La minería del carbón que tanto afecta a nuestro valle, estaría encantada de recibir esos dineros, por ejemplo.
Saludos
La separacion de poderes definida por el FilosofoFrances Montesquieu, tal como se encuentran redactadas las Constituciones democraticas, presentan problemas de separacion o desconexion enre los tres poderes, entre ejecutivo y legislativo, sí el ejcutivo lo conforman los miembros del partido que ha sacado mas escaños en un parlamento y la forma de gobernar es a través de leyes y decretos leyes aprobados en el paralmento, de no tener el apoyo parlamentario suficiente para aprobarlas haria imposible la gobernalidad, la independencia del poder judicial es más facil de entender y resolver, son profesionales de carrera que entre elos podrían revolver los ascensos, destinos, destituciones etc etc
¿HAY DEMOCRACIA EN NUESTRO PAÍS?
Anteriormente a Montesquieu, fue Platón el que planteó las leyes para gobernar un territorio, Platón no apostaba por un Estado gobernado por los mejores filósofos, pensaba que creando una seria de leyes, el estado funcionaría mejor, ya que éstas deberían de ser obedecidas tanto por los gobernados como por los gobernantes, estamos hablando del imperio de la ley, base sobre la que se asientan las democracias actuales.
En la España en que vivimos, teóricamente si existen esas leyes: “la Constitución”, y también existe la “democracia”, en el sentido en que los representantes de nuestro pueblo, son elegidos mediante sufragio universal.
En la práctica, esto no es así, ya que no gobierna el que saca más votos sino el que consigue el apoyo de un mayor número de escaños en el congreso, (esto es un fraude al concepto de democracia que crearon los griegos), ya que permite gobernar a partidos y programas perdedores que se ponen de acuerdo para beneficiarse del poder.
Los partidos intentan por todos los medios conseguir votos del pueblo, para así llegar al poder, siendo únicamente esa la principal meta que tienen todos los políticos, “el poder”. Uno de los instrumentos que emplean con profusión y de forma descarada, es el dominio sobre los medios de comunicación (radio, televisión, prensa, etc.).
Los Partidos políticos, para intentar convencer a los votantes, crean e inventan formas de mejorar la sociedad, lo único que pretenden, sin tener en cuenta la dignidad humana de los ciudadanos, es conseguir su voto, manipulándoles y haciéndoles creer que todo lo que el Partido ha prometido realizar con el dinero de los ciudadanos, van a realizarlo.
Si es cierto que parte de los proyectos que prometen, los cumplen, pero también es cierto, que parte de esos planes de futuro ni siquiera hacen el esfuerzo de cumplirlos.
Los ciudadanos son en parte engañados e ignorados por los que serán sus representantes.
Una vez elegidos, los representantes actúan en la toma de decisiones, sin tener en cuenta al pueblo, mirando solamente por sus intereses.
Es verdad, que el pueblo, si no está conforme con la actuación de sus gobernantes, puede no volverles a elegir en las siguientes elecciones, pero el problema está en que las decisiones que han tomado en ese periodo, pueden ser bastante importantes, bastante problemáticas y condicionar el futuro.
Nuestros representantes, una vez tomado el poder político, actúan según sus propios intereses, manipulando tanto al poder legislativo como al judicial en su propio beneficio.
No obstante hacemos lo del avestruz y seguimos denominando “democrático” a nuestro sistema de gobierno.
POSIBLE SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE LA FALTA DE DEMOCRACIA.
Parece ser que el origen del problema, radica en la aparición del “derecho de propiedad privada”. Este derecho ha traído muchas críticas por parte de filósofos, e incluso por parte de la Iglesia, a la hora de intentar abolirlo, ya que consideran que este derecho en vez de mejorar la sociedad la ha empeorado, creando unos ciudadanos con un fuerte carácter capitalista y con un gran afán de poseer. En este sentido, las experiencias en las que se ha suprimido la propiedad privada (el comunismo y sus sucedáneos han fracasado estrepitosamente).
Desde que se creó este derecho, todo el mundo desea poseer lo que era suyo, y lo que no es. Ahora, nuestra sociedad es una sociedad con matices claramente capitalista, en el que todos y cada uno de nosotros deseamos tanto el poseer como el vivir cada día mejor.
Nuestros representantes son igualmente capitalistas, y por lo tanto, el poder es lo único que les importa. Por eso hacen lo posible para intentar conseguir lo que tanto desean, “gobernar”.
El principal problema de que la democracia moderna haya cambiado tanto, con relación a la clásica, es el derecho que tienen los gobernantes a actuar sin escuchar la opinión del pueblo. “La solución radica en la abolición de ese derecho que sólo beneficia a los gobernantes”.
Si ese “mini-derecho”, puesto que sólo lo gozan los que toman el poder, se eliminara, o se sometiese a los tribunales todos los incumplimientos, los gobernantes tendrían siempre que actuar, escuchando al pueblo, y de esta manera, la democracia sería una democracia participativa, como lo era en el mundo clásico. Claro está, si se diese este nuevo tipo de sociedad, los Partidos políticos tendrían que ideárselas de otra manera para conseguir el poder, y en el caso de que fueran elegidos, si no cumpliesen lo prometido, el pueblo se podría permitir el derecho de revocarles. Este tipo de Estado, ya creado anteriormente, pero corrompido por ese “mini-derecho”, sería un estado en el que la sociedad viviría mejor, y más tranquila.
Anteriormente a Montesquieu, fue Platón el que planteó las leyes para gobernar un territorio, Platón no apostaba por un Estado gobernado por los mejores filósofos, pensaba que creando una seria de leyes, el estado funcionaría mejor, ya que éstas deberían de ser obedecidas tanto por los gobernados como por los gobernantes, estamos hablando del imperio de la ley, base sobre la que se asientan las democracias actuales.
En la España en que vivimos, teóricamente si existen esas leyes: “la Constitución”, y también existe la “democracia”, en el sentido en que los representantes de nuestro pueblo, son elegidos mediante sufragio universal.
En la práctica, esto no es así, ya que no gobierna el que saca más votos sino el que consigue el apoyo de un mayor número de escaños en el congreso, (esto es un fraude al concepto de democracia que crearon los griegos), ya que permite gobernar a partidos y programas perdedores que se ponen de acuerdo para beneficiarse del poder.
Los partidos intentan por todos los medios conseguir votos del pueblo, para así llegar al poder, siendo únicamente esa la principal meta que tienen todos los políticos, “el poder”. Uno de los instrumentos que emplean con profusión y de forma descarada, es el dominio sobre los medios de comunicación (radio, televisión, prensa, etc.).
Los Partidos políticos, para intentar convencer a los votantes, crean e inventan formas de mejorar la sociedad, lo único que pretenden, sin tener en cuenta la dignidad humana de los ciudadanos, es conseguir su voto, manipulándoles y haciéndoles creer que todo lo que el Partido ha prometido realizar con el dinero de los ciudadanos, van a realizarlo.
Si es cierto que parte de los proyectos que prometen, los cumplen, pero también es cierto, que parte de esos planes de futuro ni siquiera hacen el esfuerzo de cumplirlos.
Los ciudadanos son en parte engañados e ignorados por los que serán sus representantes.
Una vez elegidos, los representantes actúan en la toma de decisiones, sin tener en cuenta al pueblo, mirando solamente por sus intereses.
Es verdad, que el pueblo, si no está conforme con la actuación de sus gobernantes, puede no volverles a elegir en las siguientes elecciones, pero el problema está en que las decisiones que han tomado en ese periodo, pueden ser bastante importantes, bastante problemáticas y condicionar el futuro.
Nuestros representantes, una vez tomado el poder político, actúan según sus propios intereses, manipulando tanto al poder legislativo como al judicial en su propio beneficio.
No obstante hacemos lo del avestruz y seguimos denominando “democrático” a nuestro sistema de gobierno.
POSIBLE SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE LA FALTA DE DEMOCRACIA.
Parece ser que el origen del problema, radica en la aparición del “derecho de propiedad privada”. Este derecho ha traído muchas críticas por parte de filósofos, e incluso por parte de la Iglesia, a la hora de intentar abolirlo, ya que consideran que este derecho en vez de mejorar la sociedad la ha empeorado, creando unos ciudadanos con un fuerte carácter capitalista y con un gran afán de poseer. En este sentido, las experiencias en las que se ha suprimido la propiedad privada (el comunismo y sus sucedáneos han fracasado estrepitosamente).
Desde que se creó este derecho, todo el mundo desea poseer lo que era suyo, y lo que no es. Ahora, nuestra sociedad es una sociedad con matices claramente capitalista, en el que todos y cada uno de nosotros deseamos tanto el poseer como el vivir cada día mejor.
Nuestros representantes son igualmente capitalistas, y por lo tanto, el poder es lo único que les importa. Por eso hacen lo posible para intentar conseguir lo que tanto desean, “gobernar”.
El principal problema de que la democracia moderna haya cambiado tanto, con relación a la clásica, es el derecho que tienen los gobernantes a actuar sin escuchar la opinión del pueblo. “La solución radica en la abolición de ese derecho que sólo beneficia a los gobernantes”.
Si ese “mini-derecho”, puesto que sólo lo gozan los que toman el poder, se eliminara, o se sometiese a los tribunales todos los incumplimientos, los gobernantes tendrían siempre que actuar, escuchando al pueblo, y de esta manera, la democracia sería una democracia participativa, como lo era en el mundo clásico. Claro está, si se diese este nuevo tipo de sociedad, los Partidos políticos tendrían que ideárselas de otra manera para conseguir el poder, y en el caso de que fueran elegidos, si no cumpliesen lo prometido, el pueblo se podría permitir el derecho de revocarles. Este tipo de Estado, ya creado anteriormente, pero corrompido por ese “mini-derecho”, sería un estado en el que la sociedad viviría mejor, y más tranquila.