Antiguo puente de Quintanilla, pantano del Porma, BOÑAR

Desde que se perdió el horizonte que marcaba la personalidad, no tuvimos meta adonde llegar, ni tampoco sustancia singular que ofrecer, ni defender, y después el bagaje fue vaciándose, y, luego, simplemente, nos dejamos llevar, como la hoja muerta del árbol que es obligada a bailar de aquí para allá sones impensados mientras, aferrada, se nutría de la vida del árbol vigoroso. Así quedaban las tierras del reino, rotas, débiles y vulnerables. Y así las instituciones y sus representantes, meros comparsas...
Pues si que ha durado, sobre todo si tenemos en cuenta que sigue en pie despues de más de 35 años de la construcción de la presa del Porma y que anualmente el nivel del agua del pantano durante el invierno le supera.