Podemos rastrear nuestras raíces a través de la continuidad poblacional y cultural en este territorio histórico hasta remontarnos a las tribus ástures y a tiempos prerromanos.
El
pueblo ástur mantuvo su identidad y personalidad bajo el Imperio
Romano como el
Convento Jurídico ástur con capital en Astúrica (Astorga). Recuperó su autonomía tras la caída del Imperio Romano y la defendió frente a los godos y frente a los árabes y llegó a ser uno de los más importantes reinos de la Edad Media.