Casas tipicas con una planta de piedra y las otras de adobe y madera, VILLAMUDRIA

Allí donde los montes de Oca quieren dejar de serlo para comenzar su andadura hacia la Sierra de la Demanda, junto al recién nacido río Oca, en terreno
alto y desigual, está situado VILLAMUDRIA, a 22 kilómetros de Belorado y 39 de Burgos, al que se llega por una carretera que parte en una curva del puerto de
Valmala en la que une Burgos con Pradoluengo.
Está rodeado por Alarcia, Rábanos; Puras de Villafranca y Villafranca Montes de Oca en la lejanía, la granja de Ahedillo y el pantano de Úzquiza.
En el archivo diocesano de Burgos se guarda el “Libro de apeos de la dignidad episcopal” en el cual aparece su nombre escrito por primera vez en el año
1515, publicado por Luciano Huidobro en el Boletín de la Institución “Fernán González” y, según declaración de sus pobladores en las respuestas generales
del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752, era lugar de realengo, es decir, gozaba de la protección del rey, al que pagaban tributos.
Contaba con 53 habitantes en el año 1848, según hace constar Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. Como la inmensa mayoría de los pueblos de la
provincia, aprovechó la bonanza poblacional de la segunda mitad del siglo XIX para crecer y llegar a 132 personas en el año 1900. Comenzó, sin embargo, a
descender en la difícil primera mitad del siglo XX y presentaba en 1950 un censo de 97 habitantes. Y los fuertes movimientos migratorios de la segunda mitad del
siglo han hecho que lo termine con 3 personas en el año 2000