Y llega el día que al gente se defiende con un recurso en el juzgado, con un buen estudio de la química de olores, y alguien se toma la prerrogativa de resolver sin contar con nadie. ¿Y no somos nadie, cuando hemos pagado de todas las formas posibles el varapalo de Burgos?. El jueves me decía la superluna en Tardajos, no lo dejes, que luego a saber que habrá que hacer. Buen consejo que me dio la Luna. Y no lo voy a dejar, hasta aburrir, que encima es solo un jueguecito de niños, es solo escritura, no va a ningún lado, no rompe nada que no hayan roto otros, y mis poemas cuando todos se han callado ahí siguen, más frescos que una lechuga. Que por cierto, la última que me comí resistió muchos grados bajo cero. Y cuando le echas aceite y pasa cierto tiempo se derrite.