Pinturas en los nervios del techo del Monasterio de Santa María, RIOSECO

Con posterioridad, pese a los intentos de volver a la vida, durante el Trienio Liberal (1820-1823) el monasterio vuelve a ser tomado y sus bienes subastados, recibiendo la puntilla definitiva a raíz de la promulgación de las leyes desamortizadoras de Mendizábal en 1836. Desde entonces, el vetusto Monasterio de Rioseco pasó a la familia Arquiaga, siendo poco después donado por sus descendientes a la Archidiócesis de Burgos, quedando desde entonces en el más absoluto olvido y abandono, objeto de expolio y utilizado incluso como cantera tanto para viviendas de la zona como, incluso, para alguna represa del Ebro en sus inmediaciones.
(19 de Abril de 2023)