Se llamó de San Nicolás y es la más antigua de la ciudad (1099), de origen románico con añadidos posteriores. Permaneció desacralizada y, al reabrirse, había otra parroquia con ese nombre por lo que pasó a llamarse del Espíritu Santo. Los capiteles de la portada están deteriorados, pero aún dejan entrever restos de policromía. Sobre ellos, el ajedrezado tan típico del Camino de Santiago