SORPRESA ROMÁNICA Detalle arquivolta de la portada, MIÑON DE SANTIBAÑEZ

SORPRESA ROMÁNICA
No hay que irse muy lejos de Burgos, unos 20 kilómetros, para disfrutar de una desconocida joya del románico. En la portada de la iglesia del pequeño pueblo de Miñón descubriremos una grata sorpresa escultórica repleta de curiosidades iconográficas
En las arquivoltas de la portada románica de su iglesia, levantada sobre un cerro que domina el caserío, se concentra un interesante y curioso repertorio iconográfico, con distintas interpretaciones, fechado en la transición de los siglos XII y XIII.
El templo tiene una sola nave rematada por un ábside semicircular y está levantada con buena piedra de sillería. A finales del siglo XV, se reformaron las bóvedas y se añadieron nuevos elementos.
La que por suerte se ha conservado bastante bien ha sido su portada románica, aunque algunos expertos apuntan a que incluso pudo pertenecer a otro edificio y ser recolocada con posterioridad. La prueba de esto último son las dovelas recortadas para poder ser encajadas de nuevo. Otra posibilidad, no descartable, es que la portada se esculpiera en un alejado taller y al ser transportada y montada en la iglesia de Miñón no coincidiesen las proporciones.
En la arquivolta que cumple la función de arco de ingreso aparecen esculpidos doce misteriosos medallones que se pueden identificar con los signos del zodiaco —los que mejor se reconocen son los signos de leo, virgo y sagitario—, pero también con los bestiarios fantásticos tan habituales en el románico. En las también burgalesas portadas de Soto de Bureba y Almendres se puede contemplar algo muy parecido.