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LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

La bolera Del pueblo
Foto enviada por Victoria Serna,

JUEGOS POPULARES

La bolera ha unido mucho a las personas creándose nuevas actividades a partir de la bolera. Los meses de verano hay un buen ambiente debido a la participación de las personas residentes y veraneantes.

Juego de Bolos (Pasabolo - Tablón - Viga)

Sólo se necesita una bola, tres bolos, un caldero con agua y arcilla.
El campo de juego es un rectángulo de unos 30 m de largo x 8 m de ancho; el tablón (tiene en su final 3 hendiduras con una chapa donde se "pinan" los bolos con arcilla ... (ver texto completo)
Me admiran tus heroicos sacrificios;
Me admira que no temas, que no dudes,
Y que en la árida roca de los vicios
Puedan colgar su nido las virtudes.
Francisco Sosa Escalante

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.

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GILDA. Rigoletto

Allí en tu corazón enamorado
Que es de ternura celestial venero,
Veleidoso y falaz dejó Gualtero
Su nombre, Gilda, por tu mal, grabado.

Tu pecho estaba á la pasión guardado
Y él fué quien lo hizo palpitar primero
Con la delicia del amor, y fiero
Dejó el infiel tu hogar abandonada

Por él las notas de tu canto triste
Que el aura lleva al cielo de zafiro,
Doliente lanzas pues partir le viste.

Y en tanto que te aplaudo y que te admiro,
Pues nadie el eco de tu voz resiste,
Para él será tu postrimer suspiro. ... (ver texto completo)
La autosuficiencia es incompatible con el diálogo. Los hombres que carecen de humildad, o aquellos que la pierden, no pueden aproximarse al pueblo.
Uno escribe porque necesita responder a un impulso de escribir, porque cree que está obligado a expresar determinada realidad, a indagar en la memoria... La actividad continua de un escritor es la escritura, y por eso encuentro injustificable la actitud del escritor que abandona su trabajo. Por eso hay quienes encuentran pesado el trabajo de escribir, el escritor es un ser aburrido, no hace una actividad que se vea inmediatamente. El escritor es un ser insociable, que busca el silencio y la soledad para hacer su trabajo".

Salvador Garmendia, escritor venezolano ... (ver texto completo)
La ambición es la única potencia que puede luchar contra el amor. Cibber
¡Y yo que viví tantos años,
tantos años como perdí,
sin dar oídos a la esfinge
que susurraba junto a mí!
Yo no sabia que la vida
se reclina y se tiene así
en esa gula de la nada
que es su diván, es su cojín.
¡Qué natural lo que se acaba
cuando ya se apaga por sí!
Voy con la razón satisfecha,
dormido, contento feliz.
¡Y yo que viví tantos años,
tantos años como perdí,
sin dar oídos a la esfinge
que susurraba junto a mí!
siquiera al vago cosquilleo
de ese minuto por venir
en que se ha de abrir a mis ojos
algo que se tiene que abrir
¡Qué natural lo que se acaba
cuando ya se apaga por sí!
Voy con la razón satisfecha,
dormido, contento feliz.
Lento declive, y tan seguro
-hinchado de sí-
que ni da lugar a lamentos
ni a temores, ni
siquiera al vago cosquilleo
de ese minuto por venir
en que se ha de abrir a mis ojos
algo que se tiene que abrir
Ni la sangría del estoico
que se amenguaba sin sentir,
ni el áspid que apenas besaba
el botón de ansioso carmín:
Lento declive, y tan seguro
-hinchado de sí-
que ni da lugar a lamentos
ni a temores, ni
Que conformidad, qué tersura,
qué dejarse ir!
Sus filos y puntas los actos
redondean al llegar a mí.
Ni la sangría del estoico
que se amenguaba sin sentir,
ni el áspid que apenas besaba
el botón de ansioso carmín:
Esta frescura de saber
que también nos vamos de aquí,
¡qué novedad en la conciencia,
qué persuasión blanda y sutil!
Que conformidad, qué tersura,
qué dejarse ir!
Sus filos y puntas los actos
redondean al llegar a mí.
Muelle, el ala del ángel blanco
- ¡qué piedad, qué ternura al fin!-,
primera vez roza mis hombros
como el arco roza el violín.
Esta frescura de saber
que también nos vamos de aquí,
¡qué novedad en la conciencia,
qué persuasión blanda y sutil!
MORIR

En el más cariñoso lecho
me siento morir,
cuando en la naturaleza,
toda mansa como jardín
Muelle, el ala del ángel blanco
- ¡qué piedad, qué ternura al fin!-,
primera vez roza mis hombros
como el arco roza el violín.