Menos mal que algún gato queda por tierras hermosillanas y en la calle.
Con la nueva Ley de protección hacia algunos animales... los gatos domesticados,
no podrán estar cazando o dormitando en las calles. Además de tener su cartilla y de estar castrados.
Así que ni gatos ya deambularan por el pueblo. Gracias al Bar abierto se ve alguna alma en movimiento cabe la iglesia.
El Barrio del Castillo, sigue cerrado con puerta y mitad, el mejor señuelo para el que quiera robar.
El andar doblado y bastón de apoyo de Consuelo, es la única presencia lenta por la calle desierta del barrio.
Le felicito el Nuevo Año, lleno de salud para ambos y ella me devuelve el cumplido.
El día está cálido y la tierra en tempero para sembrar o plantar.
Años atrás... a 20 centímetros había que echar agua con el balde para ahoyar.
Este año, a pesar de llover poco, y no vista aun la blanca nieve. Hay humedad.
Pienso que Hermosilla tiene gancho, sentimiento o apego al lugar de nacimiento,
pues todos los años, hay algún intrépido que construye su segunda residencia.
Es buena noticia, que Hermosilla tenga ese aprecio, y ese relevo generacional.
Fiestas relajadas... y ¡Año Nuevo largo en salud y convivencia!
Con la nueva Ley de protección hacia algunos animales... los gatos domesticados,
no podrán estar cazando o dormitando en las calles. Además de tener su cartilla y de estar castrados.
Así que ni gatos ya deambularan por el pueblo. Gracias al Bar abierto se ve alguna alma en movimiento cabe la iglesia.
El Barrio del Castillo, sigue cerrado con puerta y mitad, el mejor señuelo para el que quiera robar.
El andar doblado y bastón de apoyo de Consuelo, es la única presencia lenta por la calle desierta del barrio.
Le felicito el Nuevo Año, lleno de salud para ambos y ella me devuelve el cumplido.
El día está cálido y la tierra en tempero para sembrar o plantar.
Años atrás... a 20 centímetros había que echar agua con el balde para ahoyar.
Este año, a pesar de llover poco, y no vista aun la blanca nieve. Hay humedad.
Pienso que Hermosilla tiene gancho, sentimiento o apego al lugar de nacimiento,
pues todos los años, hay algún intrépido que construye su segunda residencia.
Es buena noticia, que Hermosilla tenga ese aprecio, y ese relevo generacional.
Fiestas relajadas... y ¡Año Nuevo largo en salud y convivencia!
