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BUSTILLO DEL PARAMO (Burgos)

La aldea donde nací
Foto enviada por Chindasvinto

Duras palabras.
Buenos días tengan todos ustedes.
Hoy tenemos el día nublado. Poco a poco nos quiere acariciar el sol, pero ese vientecillo fino que levanta el pelo al aire, también anda en los ruedos de estas calles por donde van mis pasos.
Bueno luego vuelvo.
Hasta luego
¡Feliz Navidad!
y un recuerdo especial para aquellos y aquellas que con su amistad, con su apoyo moral, con su empatía, en fin, con su amor desinteresado (con su amor-Agapé para quienes llegaron a tiempo de leer mi disertación sobre el amor) hacen que el mundo se vea en estos días con un color diferente. Chindasvinto
Cuando en el rigor del invierno burgalés caían las primeras nieves, o las segundas, o las terceras, porque a mí me da la impresión de que entonces nevaba más que ahora, las horas en la aldea seguían sin ser tristes ni aburridas. El solo hecho de tener que abrir una gran zanja en la nieve, zanja que en algunos lugares se convertía en túnel, era un motivo más de alegría y un entretenimiento del que no se podía disfrutar en el resto del año.
Quizá la opinión de los mayores, que eran los encargados ... (ver texto completo)
Las largas horas del invierno
Las largas horas del invierno estaban muy lejos de ser aquellas horas en las que hay que matar el tiempo de la forma que sea. No, no eran aburridas ni nada que se le parezca; yo diría más bien que eran horas de diversión, de entretenimiento y horas de aguzar el ingenio.
En aquellos atardeceres fríos, invernales, de la provincia de Burgos, mi amigo Silvino y yo habíamos observado que los gorriones aprovechaban los agujeros de las paredes de cualquier casa para protegerse ... (ver texto completo)
Hola, Victoria, Sí, conocí a mi abuela y ella me enseñó muchas, muchas cosas; la conocí desde que nací hasta que un buen día me planté en 44 años. Entonces ella me dejó, o yo la perdí para siempre, o ambas cosas a la vez: ¡pobre abuela, cuánto la recuerdo después de tantos años! ¿No te acuerdas de que en una de mis intervenciones (De Bustillo a Villadiego (c), cuando mi abuela iba perdiendo poco a poco sus piezas bucales, y sólo le quedaban dos colmillos, una de mis hijas, de cuatro años, le preguntó a su madre.... sí, mi mujer, esa por quien apuro cada día el amargo cáliz que el destino se ha empeñado en que tengo que beber.... bueno, está en este foro.
Gracias por tus buenos deseos. Y en cuanto a pasar un bonito domingo.... tanto como bonito, bonito... con este día.... Sí, intentó salir el sol por un momento, pero salió tan espantado que que volvió a esconderse como un cobarde. Hombre, ya sé que se puede buscar la belleza interior de las cosas, y sobre todo de las personas, esa belleza que no se puede ver con los ojos (ésa es mi teoría), pero nunca viene mal un trampolín desde donde lanzarte en su búsqueda.
Aún me quedan bastantes recuerdos infantiles que iré desgranando cuando no me flaquee el humor; vamos, que en el fondo sigo siendo aquel niño de hace tantos, tantísimos años en Bustillo. ¡Y no me avergüenzo, porque pienso que peor lo tienen quienes han perdido definitivamente todo lo que les quedaba de niños!
Ah, he visto que sigues distribuyendo largos abrazos a diestra y siniestra. ¡Es estupendo! Pero no te pases, porque se te va a desgastar la "o". De corazón, Chindasvinto. ... (ver texto completo)
Hay un refrán que dice "al hambre no hay pan duro".
Todo puede ser.
Buen día para todos los visitantes de esta página.
He sido invitada, y aqui vengo.
Hoy el tiempo me apremia, y por lo tanto no puedo leer mucho.
Pero voveré.
Un saludo y hasta la vuelta.