A un paso del
arco de
San Martín, dentro de la
muralla y muy cerca del lugar donde se ubicaba una de las mayores sinagogas de la
judería de
Burgos, se localiza el “Solar del Cid”. Un escueto
monumento diseñado por el artista José
Cortés y erigido por la ciudad en 1784, que recuerda el lugar en el que según una
tradición sin fundamento y vinculada al
monasterio de Cardeña, estaba la
casa familiar del más legendario héroe burgalés.
Lo que si parece real es que Rodrigo Díaz de Vivar pasó en Burgos largas temporadas cuando era niño y estaba al servicio del príncipe Sancho. También hay investigadores que afirman que su matrimonio con Jimena se pudo celebrar en la ciudad del Arlanzón. En los últimos años se han realizado tres sucesivas campañas de excavaciones arqueológicas en el Solar del Cid en un intento de interpretar el origen del lugar.