Esta
puerta, de acceso al
claustro de la
Catedral de
Burgos, está fechada a mediados del siglo XIII. Atribuida al maestro Enrique, todavía conserva buena parte de su policromía original. Entre sus escenas escultóricas sobresalen el Bautismo de
Cristo y los elegantes grupos que decoran sus jambas. Las hojas de madera son posteriores, finales del s. XV, y pueden ser de Gil de Siloe.