Los danzantes de
Burgos son un grupo de niños danzarines que visten al estilo de la corte. Están siempre presentes en los pasacalles de las
fiestas más importantes de la ciudad.
Los tetines acompañan a los danzantes y tienen su origen en una figura grotesca que con extravagante indumentaria representaba al pecado y al demonio y espantaba a las gentes quienes le dirigían improperios y burlas. Están vestidos con
traje de
colores llamativos, con gorro cónico y llevan en la mano una cola de
caballo con la que despejaba las
calles huyendo del Santísimo. Los tetines acompañan a los danzantes; uno de ellos es el maestro de
danzas y viste traje azul, los tres restantes acompañan y ordenan el grupo de danzantes
Para recordar estas figuras típicas del folklore burgalés se erigió esta
escultura en 2006 obra del
escultor Teodoro Antonio Ruiz y que se ubica en la
Plaza Teodoro Martínez.