Se trata de un
puente del siglo XII, rehecho cinco siglos después, por donde los peregrinos cruzaban el
río Arlanzón en
Burgos camino de Santiago. Recibió este nombre porque se encontraba próximo a un
hospital de leprosos,
San Lázaro de los Malatos (enfermos), y por él llegaban los peregrinos al Hospital del Rey, fundado por Alfonso VIII para acoger a los caminantes de la ruta jacobea. Se trata de un puente de origen
medieval, construido totalmente en
piedra, con seis
arcos iguales de medio punto. Su estado de conservación actual es muy bueno y la parte superior ha sido remodelada recientemente.