El
ARCO DE
SAN MARTÍN en
Burgos se construye en el siglo XIV por alarifes mudéjares que emplearon sus materiales y técnicas mas habituales, ladrillo y arco de herradura, con el paso del tiempo perdió sus almenas y su piso superior. Fue el rey Alfonso X “el Sabio” el que mandó amurallar la ciudad de Burgos en el siglo XIII y en esa
muralla se integra un siglo después este arco que era una de las
puertas de entrada a la ciudad. Junto a él se encuentran: El solar del Cid y el Seminario Diocesano, que actualmente se ha convertido en
hotel.
Era la salida del
Camino de Santiago y del que iba a
Palencia y
Valladolid. Por ella entraban los reyes cada vez que venían a Burgos a jurar los privilegios de la ciudad. En el siglo XVI, después del deterioro de estos
barrios altos, ese honor recaerá definitivamente en el Arco
Santa Maria.